Tras los 20 años del ingreso de China en la OMC que se han cumplido en los últimos días de año, la lluvia de productos baratos chinos ha acelerado las relocalizaciones y el aumento del paro en otros países, por lo que en Europa y EE.UU. se abre paso un nuevo proteccionismo, más, a la vista de que China utiliza su economía para retar la hegemonía norteamericana.
Parece que la crítica es razonable, pero los medios usados por Washington han sido torpes. Ni el “América primero” de Trump, ni la cumbre de democracias organizada por Biden para aislar a Rusia y a China, resuelven el problema. Sin olvidar que las reglas del comercio mundial están diseñadas para favorecer a los países ricos que ahora se llevan, nos llevamos podemos decir, las manos a la cabeza, porque también a nosotros nos ha surgido un competidor desleal.
|