No sería de fiar el criterio de aquel que dijera que, Francisco Franco, lo hizo todo bien. Y que como mínimo, no se mereciera un tirón de orejas. Tampoco sería de fiar el criterio de aquel que dijera que lo hizo todo mal. Y no se mereciera, como mínimo, descansar en paz. De la misma manera: Hitler, Stalin, Mussolini y todos los dictadores que en el mundo han sido, merecerían alguna distinción por sus aciertos, amén de lo demás.
A la Iglesia se le critica que sacara a Franco bajo palio. Sin embargo, Pablo Iglesias se puso en marzo al frente de los servicios sociales durante la pandemia. Y estando él de máximo responsable, en los primeros meses de la covid se nos morían a cientos nuestros queridos ancianos en las residencias por falta de atención. Ahora lo distinguen con la Orden de Carlos lll por sus servicios a España y la corona y él la acepta.
En fin, todavía está fresco en nuestro recuerdo lo que hizo y dijo Iglesias cuando ocupaba el puesto de vicepresidente de Gobierno. Y hay tantas sombras como luces que no merecen la pena sacar aquí. Lo que sí saco es que esta medalla a Iglesias pone en evidencia a quien se la otorga y le quita autoridad moral, entre otras cosas, para criticar lo que hizo la Iglesia con Franco.
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