Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Sabersinfin | Relajación | Disfrute | Cura | Terapia
De vez en cuando siéntate a un lado del camino, de todos modos el mundo seguirá girando

​Siéntate, relájate y disfruta

|

Sé que la situación en el mundo no es fácil y que enfrente la humanidad tiene retos que ponen en entredicho su continuidad. Sé que en lo particular cada  uno de nosotros tiene situaciones en el día con día que le enfrentan con sus limitantes, y que le abren las puertas a mundos inexplorados, aparentemente inalcanzables.


Sé que la confluencia de lo anterior aunado a todo aquello que forma parte de un universo caótico y complejo, enturbian nuestro pensamiento provocando con ello la pérdida de sobriedad emocional y mental.


Hago visible lo anterior para resaltar la importancia de tomar un respiro, concienciar el valor de la quietud, centrarse en el presente y recordar (traer de nuevo al corazón), que el planeta seguirá girando pese a nuestra ausencia, pero, al  mismo tiempo, que no es el mismo si no estamos.


Reflexiono eso y mucho más mientras leo la siguiente frase en la sala de espera de Medicina de Alta, la clínica de mi querido amigo Filo Huesca, quien es médico cirujano y partero, y maestro en Medicina Estética y Longevidad: SIÉNTATE – RELÁJATE – DISFRUTA. Pregunto a Filo sobre la frase que a manera de invitación y convencimiento recibe a sus pacientes.


Quien también es Presidente del Colegio de Médicos Estéticos del Estado de Puebla, me comparte sus reflexiones al respecto. Después de un diálogo aderezado por cultura, arte, historia y poesía, coincidimos en algunos puntos que a continuación te comparto.


La mayoría de las personas buscan curarse aunque no sanen, porque ni siquiera pueden identificar que ambos conceptos se refieren a situaciones diferentes que, ciertamente son complementarias, pero con características propias.


Las personas enfermas se curan por una intervención externa (médicos, terapeutas y cualquier otro especialista de la salud), pero sanan cuando detonan sus recursos internos, potenciando con ello de forma natural su sistema inmunológico para combatir más eficientemente cualquier enfermedad.


Como sanar implica una actitud de toma de consciencia, esto difícilmente se puede conseguir si estamos engullidos por los vaivenes del trajín diario. Cuando acudimos a consulta buscando recuperar la salud o por simple revisión de rutina, generalmente lo hacemos relevándonos de la responsabilidad que tenemos sobre nuestro ser en sus múltiples dimensiones.


Si nos presentamos a consulta médica sabedores de que llegamos pidiendo apoyo especializado, pero, que eso no sustituye nuestra responsabilidad y poder sobre nosotros mismos y nuestro entorno, entonces trabajamos en las dos vertientes: en el de la cura y en el de la sanación.

Es en ese contexto en el cual cobra sentido la frase: “siéntate, relájate y disfruta”.


Filo deja reposar a sus pacientes durante unos minutos frente a esa frase, a fin de que se tranquilicen un poco, le bajen unas revoluciones a su inercia y puedan tomar con apertura la consulta cimentada en los principios de la medicina regenerativa.

Siéntate a un lado del camino, de todos modos el mundo seguirá girando.

Relájate para tomar consciencia del aquí y del ahora.

Disfruta de las lecciones que da la vida en todo momento, aunque sea a través del dolor.


Sea cual sea tu estado de salud, recupera y potencia tu capacidad regenerativa; es el mejor camino.

Siéntate, relájate y disfruta. Vale la pena darse cuenta. Vale la pena intentarlo.

​Siéntate, relájate y disfruta

De vez en cuando siéntate a un lado del camino, de todos modos el mundo seguirá girando
Abel Pérez Rojas
lunes, 29 de noviembre de 2021, 10:45 h (CET)

Sé que la situación en el mundo no es fácil y que enfrente la humanidad tiene retos que ponen en entredicho su continuidad. Sé que en lo particular cada  uno de nosotros tiene situaciones en el día con día que le enfrentan con sus limitantes, y que le abren las puertas a mundos inexplorados, aparentemente inalcanzables.


Sé que la confluencia de lo anterior aunado a todo aquello que forma parte de un universo caótico y complejo, enturbian nuestro pensamiento provocando con ello la pérdida de sobriedad emocional y mental.


Hago visible lo anterior para resaltar la importancia de tomar un respiro, concienciar el valor de la quietud, centrarse en el presente y recordar (traer de nuevo al corazón), que el planeta seguirá girando pese a nuestra ausencia, pero, al  mismo tiempo, que no es el mismo si no estamos.


Reflexiono eso y mucho más mientras leo la siguiente frase en la sala de espera de Medicina de Alta, la clínica de mi querido amigo Filo Huesca, quien es médico cirujano y partero, y maestro en Medicina Estética y Longevidad: SIÉNTATE – RELÁJATE – DISFRUTA. Pregunto a Filo sobre la frase que a manera de invitación y convencimiento recibe a sus pacientes.


Quien también es Presidente del Colegio de Médicos Estéticos del Estado de Puebla, me comparte sus reflexiones al respecto. Después de un diálogo aderezado por cultura, arte, historia y poesía, coincidimos en algunos puntos que a continuación te comparto.


La mayoría de las personas buscan curarse aunque no sanen, porque ni siquiera pueden identificar que ambos conceptos se refieren a situaciones diferentes que, ciertamente son complementarias, pero con características propias.


Las personas enfermas se curan por una intervención externa (médicos, terapeutas y cualquier otro especialista de la salud), pero sanan cuando detonan sus recursos internos, potenciando con ello de forma natural su sistema inmunológico para combatir más eficientemente cualquier enfermedad.


Como sanar implica una actitud de toma de consciencia, esto difícilmente se puede conseguir si estamos engullidos por los vaivenes del trajín diario. Cuando acudimos a consulta buscando recuperar la salud o por simple revisión de rutina, generalmente lo hacemos relevándonos de la responsabilidad que tenemos sobre nuestro ser en sus múltiples dimensiones.


Si nos presentamos a consulta médica sabedores de que llegamos pidiendo apoyo especializado, pero, que eso no sustituye nuestra responsabilidad y poder sobre nosotros mismos y nuestro entorno, entonces trabajamos en las dos vertientes: en el de la cura y en el de la sanación.

Es en ese contexto en el cual cobra sentido la frase: “siéntate, relájate y disfruta”.


Filo deja reposar a sus pacientes durante unos minutos frente a esa frase, a fin de que se tranquilicen un poco, le bajen unas revoluciones a su inercia y puedan tomar con apertura la consulta cimentada en los principios de la medicina regenerativa.

Siéntate a un lado del camino, de todos modos el mundo seguirá girando.

Relájate para tomar consciencia del aquí y del ahora.

Disfruta de las lecciones que da la vida en todo momento, aunque sea a través del dolor.


Sea cual sea tu estado de salud, recupera y potencia tu capacidad regenerativa; es el mejor camino.

Siéntate, relájate y disfruta. Vale la pena darse cuenta. Vale la pena intentarlo.

Noticias relacionadas

Es verdad que la emergente, falta de paternidad, no es algo inmediato pues viene de lejos, pero el hoy contemporáneo no trasluce una tendencia a aminorar esta falta de paternidad, sino más bien a agravarla, a dejar que aparezcan concreciones nuevas, con pretensiones novedosas, y no sólo relacionadas con la reconfiguración de modelos y estructuras familiares, sino con la puesta en marcha de tendencias pedagógicas surrealistas.

Al comienzo: “¡Cuánto amor hay debajo de la tierra!”. Y al final: “Porque yo he sido amado como nadie, / en la pérdida de ese amor también se puede descansar y morir”. Y entre estos dos versos cerca de una treintena de páginas componen la “Carta a la madre” que el poeta dedicara a su madre, María de la Encarnación. Un poema lleno de sensibilidad, de ternura y de filial cariño, manifestación de un corazón sereno y dolorido que le valió al autor el VI Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística.

Me refiero al Vaticano, porque hay lugares, creo que muy pocos, en los cuales puedes comulgar de rodillas y en la boca. Y esto no es una cuestión baladí. Cristo es la Iglesia y la Divina Eucaristía es Cristo; por tanto, Cristo, la Iglesia y la Divina Eucaristía son lo mismo, es la presencia de la Santísima Trinidad. Si suprimimos a Cristo, todo se disuelve, no queda nada. Dios es inmutable y no puede cambiar, si suprimimos algo, es como una profanación al templo sagrado de Dios.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto