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En aquellos lares claro que había charcos, pero casi siempre se rodeaban.
La Educación del Espíritu Nacional, terminaba siendo una asignatura que orientada a estudiar tu País, sus costumbres, sus normas de convivencia. Se educaba en el esfuerzo y la responsabilidad. Se valoraban los conocimientos "comprobados".
En todo el entramado educativo la persona era el centro, no para politizarle sino para formarle.
En aquel entonces se "inventaron" las reuniones de padres, sin distinción de "categorías", simplemente "padres"; ideologia nada de nada.
Hoy, SÍ que se utiliza la educación para socializar politicamente a todos los niños, "propiedad del Estado", según ciertas personas que se dicen 'intelectual as educadoras'.
Utilizar al Rey como actor forzado en la escena final de su opereta y ni siquiera anunciar una moción de confianza prueban que este hombre buscaba - sin mucho éxito - provocar a los malos, al enemigo, a los periodistas y tertulianos que forman parte de ese imaginario contubernio fascista que le quiere desalojar del poder.
En bastantes ocasiones he escrito sobre este pobre hombre que preside, para desgracia de todos, el gobierno de España. Y otras tantas le he tachado de cateto (solo hay que ver cómo se contonea, para exhibir su supuesta guapura), también de plagiador (porque ha plagiado más de una vez) y de embustero (porque ha mentido en innumerables ocasiones).
El 30 de abril de 1935 el embajador mexicano en Río de Janeiro, el conocido escritor Alonso Reyes Ochoa, informaba al gobierno de Lázaro Cárdenas del súbito interés brasileño en la resolución del conflicto entre Paraguay y Bolivia. El gobierno brasileño, invitado en Washington para participar con Argentina y Chile en la conferencia de Buenos Aires para pacificar el Chaco, declinó al principio este ofrecimiento.
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