Lo que se conoce ya como el circo “Carmena&Carmona” de Madrid, no deja de dar que hablar; lo más triste es que casi siempre lo hace para mal. Apenas unas semanas desde que tomó posesión la podemita, Manuela Carmena, y ya ha incurrido en reiteradas contradicciones. Parece como si la película ni fuera con la extrema y radical izquierda. Al menos nos dan tema para artículos colaboraciones, debates y mesas redondas.

Actúan como lo que ellos llamaban “casta”, en alusión a los otros. Y resulta que se han convertido en lo que denunciaban, por eso son el hazmerreír social; cuando les pillan con la mano en el cajón, resulta que es persecución dictatorial de la derecha y cuando los otros cometen cualquier desliz, aunque sea dialéctico, lo califican como un atentado a la democracia y a la dignidad.

En los parlamentos autonómicos y en los ayuntamientos, lo primero que han hecho ha sido preocuparse por lo que iban a cobrar y, en numerosos casos, no están dispuestos a bajarse el sueldo con respecto a sus antecesores. Hasta una concejala podemita ha afirmado que su aspiración era tener un sueldo público. No es de extrañar que muchos de ellos y ellas se quedaran como funcionarios en los ayuntamientos por vías oscuras, aunque haya que echar, sancionar o amonestar a quienes ocupan una plaza por oposición. Recuerden que así lo hizo en PSOE en Andalucía, hasta llegar a tener el clientelismo que ahora conocemos.

Centrándonos en Madrid, sigue –como arriba decía—en circo “Carmena&Carmona”. Este último ha tardado seis días en dilapidar su carrera política. Ayer decían dos de sus compañeros de partido que “si los incompetentes volaran, no nos daría el sol”, en clara alusión de Carmona. Cuando regrese a las tertulias no tendrá defensa, aunque ya se sabe que el PSOE defiende lo indefendible en cualquier momento y circunstancia: ahí tienen al mentiroso, Pedro Sánchez, ‘abrazando’ la bandera de España, cuando correligionarios del PSOE las han ultrajado en numerosas ocasiones; incluso la han llegado a sustituir cambiándola por el ilegal y anticonstitucional trapo con los colores republicanos.

A Carmena le salen forúnculos todos los días: el odio mostrado por Guillermo Zapata, las insensateces de Maestre, el 'dedazo' en favor de su cuñado,… Lo último, el afán por expulsar a los mendigos del centro de Madrid, algo que criticó en otras ocasiones. La actuación de la Policía no ha tardado en llegar para identificar a quienes se buscan la vida con sacrificio, peligro y represión podemita. Ha sido una actitud indigna; tan indigna como muchas de sus decisiones cuando ella estaba vinculada a Instituciones Penitenciarias.

Carmena quiere hacer del centro de Madrid un paraíso para la “casta” en la que se ha integrado desde que recibió el mando. Criticó esta misma medida cuando partió de Esperanza Aguirre y ahora tendrá que envainársela cuando le lluevan críticas por irresponsable. En fin, la ‘abuelita’ –como se la conoce en Madrid—lleva el mismo camino que Tierno Galván: las promesas electorales se hacen para no cumplirlas.

¿Los próximos o próximas? Pues parece ser que los integrantes de la prostitución. Y después, cuantos se manifiesten en zona pública o lleven a cabo la “toma” de plazas y jardines,…. La represión podemita es un hecho irreversible. La suerte es que no tienen el poder en la mayoría de ayuntamientos y comunidades autónomas. Muy mala mezcla es que se hayan juntados todos los socialismos existentes actualmente: el español del PSOE, el bolivariano de “Podemos” y el social-comunismo radical de Izquierda ‘Hundida’. ¡No pasarán!