Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cesta de Dulcinea | Inmigración | Desigualdad | SOLIDARIDAD
Lo cierto es que siempre el sur parece que está más cercano al sufrimiento que el norte

Turistas ricos y migrantes pobres

|

Puede que sean las coordenadas del norte y del sur. ¿Por qué el sur de cada pueblo, ciudad, país o territorio siempre es más pobre, más humilde, más olvidado? ¿Por qué el norte de cada ciudad, país o territorio es más fértil, más cuidado, más distinguido y lujoso?


Debe ser una característica de la ubicación de los seres humanos en el planeta tierra, o del sol que exige también que se le reconozca su valía o se le valore su precio o diezmo a golpe de caprichoso bronceado. Lo cierto es que siempre el sur parece que está más cercano al sufrimiento que el norte.


Lo tenemos en las apreciaciones de los políticos a la hora de gestionar los impuestos, ¡qué son tantos! Ya sean para las comunidades del norte o del sur. Además, hay facilidades para los turistas, que no siempre son viajeros ingleses. De tal forma, se presentan las incoherencias sociales cercanas al COVID que un turista inglés podrá pasar a nuestro país sin exigencias sanitarias, mientras que un viajero español que haya viajado en el mismo avión necesitará una PCR al pisar el aeropuerto. Quizá sea por exigencias de norte y del sur o por un lugar caprichoso de nacimiento.


El turista rico inglés, francés o alemán vendrá a su segunda residencia aunque utilizará los servicios médicos españoles necesarios para su bienestar. El migrante, tal vez menor, sufrirá en espacios de contención donde le harán pruebas a veces irrespetuosas porque puede que no haya otra forma de averiguar su edad o tener más detalles sobre su minoría o mayoría de edad.


Unos se verán señalados por aporofobia, otros por ser sinónimos de caja registradora que surte de ingresos a un país convertido en una gran barra de bar, con terraza. Unos creerán que nuestro país es mejor si comparan bienes y maneras de vivir, incluso estarán convencidos de que como en España no hay otro lugar para vivir.


Recuerdo hace años, cuando estuve en Cuba, y al ver esas grandiosas casas coloniales de color pastel, alguien dijo que eran restos de los americanos, cuando tomaban Cuba como lugar idílico costero para descansar y disfrutar de la isla como si de un paraíso se tratara. Ahora, son los turistas los que tratan a España como dice la escritora Ana Iris Simón, como una “marina d’or”, en eso nos hemos convertido con todos los honores para la Unión Europea. 


Aragón nos sorprende pagando una ayuda a inmigrantes de más de 500 euros solo con empadronarse en la comunidad, aunque no tenga su situación en regla, bastará pedir empadronamiento y pasaporte.


Hay gentes que ayudan, hay pueblos del sur o del norte que colaboran, hay otros que entienden que todos fuimos una vez migrantes, emigrantes, o emigrados de unos metros o cientos de kilómetros, aunque ahora nos sintamos ubicados en mejores coordenadas. ¡Qué problema con dividir a los seres humanos por puntos cardinales!

Turistas ricos y migrantes pobres

Lo cierto es que siempre el sur parece que está más cercano al sufrimiento que el norte
Nieves Fernández
jueves, 27 de mayo de 2021, 11:24 h (CET)

Puede que sean las coordenadas del norte y del sur. ¿Por qué el sur de cada pueblo, ciudad, país o territorio siempre es más pobre, más humilde, más olvidado? ¿Por qué el norte de cada ciudad, país o territorio es más fértil, más cuidado, más distinguido y lujoso?


Debe ser una característica de la ubicación de los seres humanos en el planeta tierra, o del sol que exige también que se le reconozca su valía o se le valore su precio o diezmo a golpe de caprichoso bronceado. Lo cierto es que siempre el sur parece que está más cercano al sufrimiento que el norte.


Lo tenemos en las apreciaciones de los políticos a la hora de gestionar los impuestos, ¡qué son tantos! Ya sean para las comunidades del norte o del sur. Además, hay facilidades para los turistas, que no siempre son viajeros ingleses. De tal forma, se presentan las incoherencias sociales cercanas al COVID que un turista inglés podrá pasar a nuestro país sin exigencias sanitarias, mientras que un viajero español que haya viajado en el mismo avión necesitará una PCR al pisar el aeropuerto. Quizá sea por exigencias de norte y del sur o por un lugar caprichoso de nacimiento.


El turista rico inglés, francés o alemán vendrá a su segunda residencia aunque utilizará los servicios médicos españoles necesarios para su bienestar. El migrante, tal vez menor, sufrirá en espacios de contención donde le harán pruebas a veces irrespetuosas porque puede que no haya otra forma de averiguar su edad o tener más detalles sobre su minoría o mayoría de edad.


Unos se verán señalados por aporofobia, otros por ser sinónimos de caja registradora que surte de ingresos a un país convertido en una gran barra de bar, con terraza. Unos creerán que nuestro país es mejor si comparan bienes y maneras de vivir, incluso estarán convencidos de que como en España no hay otro lugar para vivir.


Recuerdo hace años, cuando estuve en Cuba, y al ver esas grandiosas casas coloniales de color pastel, alguien dijo que eran restos de los americanos, cuando tomaban Cuba como lugar idílico costero para descansar y disfrutar de la isla como si de un paraíso se tratara. Ahora, son los turistas los que tratan a España como dice la escritora Ana Iris Simón, como una “marina d’or”, en eso nos hemos convertido con todos los honores para la Unión Europea. 


Aragón nos sorprende pagando una ayuda a inmigrantes de más de 500 euros solo con empadronarse en la comunidad, aunque no tenga su situación en regla, bastará pedir empadronamiento y pasaporte.


Hay gentes que ayudan, hay pueblos del sur o del norte que colaboran, hay otros que entienden que todos fuimos una vez migrantes, emigrantes, o emigrados de unos metros o cientos de kilómetros, aunque ahora nos sintamos ubicados en mejores coordenadas. ¡Qué problema con dividir a los seres humanos por puntos cardinales!

Noticias relacionadas

En titulares -de lo particular a lo universal- por si les da pereza leerlo entero. Un fondo buitre expulsa a los vecinos de toda la vida de un barrio de Madrid, mediante proceso de apropiación. El 45% de los hogares en alquiler están empobrecidos. La juventud no puede tener vivienda, aunque trabaje. Si alquilas, no puedes comprar. Los jóvenes -ahora- no pueden ahorrar. La solución -con voluntad política- es crear un parque público de viviendas en alquiler.

Trece años hace del 15M, cuando espontáneamente grupos de personas acamparon en plazas en la mayoría de las ciudades de España. Fue un movimiento pacífico reclamando mejoras en todos los aspectos sociales para la población. Mejoras que, trece años después, el PSOE se está arrogando como propias.

Nuestro paso por aquí abajo, se sustenta en allanar los caminos vivientes y en facilitar pulsaciones existenciales. Todo hay que hacerlo con amor, reconociendo, respetando y apreciando a los demás. Por desgracia, aún no hemos aprendido a convivir en paz, porque nos falta cultivar los remos interiores, con la capacidad de escucha, mediante un soplo de entendimiento y de cooperación mutua.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto