Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Hablemos sin tapujos
“Cuando un hombre se mira mucho a si mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál su careta” Pío Baroja

¡Ahora los empresarios caen del guindo y se lamentan del engaño!

|

Es algo entendible y, por supuesto, en ello confían los políticos que, en periodo electoral, el vulgo, las gentes sencillas, los que lo están pasando mal y aquellos que se sienten agraviados por los gobernantes, tengan la tendencia a dejarse convencer, a ser fácil pasto y caer en la demagogia, los engaños, las medias verdades y las promesas que los políticos suelen usar para captar adeptos para su causa. Las personas inteligentes suelen huir de mítines, de conferencias o de las habituales encerronas que los directivos de las campañas electorales tienen programados para explicarle, a la audiencia, aquello que quieren oír, que puede satisfacer a sus intereses personales o que descalifica a aquellas formaciones por las que los oyentes sienten una particular ojeriza. La naturaleza humana es así y los que buscan votos saben muy bien como explotar los defectos y credulidad de aquellos a los que se dirigen.

No obstante, en España existe una “casta”, como diría Pablo Iglesias, que se mueve por estímulos, impulsos o señuelos distintos de los que suelen afectar al resto de los ciudadanos. En efecto, hay en nuestro país quienes han sabido dejar aparte los sentimientos, los ideales políticos, las conveniencias del país o el propio y explicable amor por su terruño, supeditándolo todo a la economía, al progreso de su negocio o industria, a ganar dinero, aunque para ello deba sacrificar otros valores morales, sentimentales, de amistad o, incluso, familiares. Estamos hablando, ustedes ya lo habrán sospechado, de los comerciantes, de los banqueros, de los industriales o de los especuladores; una especie humana que se rige por un afán, podríamos decir que enfermizo, de conseguir atesorar riqueza y que, ante tal desafío, poco cuentan sus tendencias políticas o sus compromisos con la sociedad en la que están instalados y de la que participan

No tengan ustedes la menor duda de que, ante un problema de tipo político; ante una situación de inseguridad o una amenaza de crisis, sea económica, financiera o social, siempre enfocan su análisis desde la contemplación de la repercusión que, aquella situación, pudiera tener en la marcha de su negocio, en sus pedidos y en sus ganancias; valorando las posibles opciones que se le presentan para no salir perjudicado o, al menos, lo menos posible, por las consecuencias de aquella anomalía. Sin embargo, en ocasiones, su propia cerrazón, su egoísmo y su fijación excesiva en sus propios problemas, le impiden abarcar en toda su amplitud, los otros ámbitos en los que pudieran incidir aquellos y sus consecuencias globales para el país; más allá de sus intereses particulares y que, desde otros ángulos, también pudieran repercutir en su vida y la de sus familiares.

En las reuniones que, el líder del PSOE, ha tenido a lo largo del periodo preelectoral, con distintos colectivos, también, cómo no, las tuvo con los empresarios en distintas convenciones en las que, como era de esperar, los quiso tranquilizar, les vendió las excelencias de su partido, les prometió ocuparse de sus problemas y les aseguró, para su tranquilidad, que, de ninguna manera pactaría alianzas para gobernar con el partido de Podemos. Recordemos, antes de seguir por este camino, que en la comunidad autónoma de Catalunya también estuvieron reuniéndose para analizar las consecuencias de la postura separatista del señor Mas y del señor Oriol Junqueras, con los que se reunieron, recibiendo de dichos señores seguridades de que Catalunya seguiría perteneciendo, como Estado independiente, a la CE, recibiendo de ella las mismas subvenciones que vienen obteniendo ahora y que, el nuevo estado catalán, se convertiría en la séptima potencia económica de la UE.

Muchos picaron y se decantaron por apoyar la propuesta de Mas de independizarse de España. Luego ha venido el desencanto, han recibido informaciones de personas solventes, de las que han deducido que de todo lo dicho nada se sustentaba de pie y que, lo más probable, fuera que se encontraran aislados en una pequeña nación, rodeada de fronteras, obligada a pagar cánones y tasas por su importaciones y exportaciones y con la evidencia de que, su entrada en la CE por muy rápido que fuera necesitaría la aprobación de todos los países que la forman. El tiempo ha desmentido a Mas y ha dejado su plan independentista en sus justos límites, con la consiguiente pérdida de adeptos que no están convencidos de que esta utópica separación sea lo más conveniente para sus intereses.

Ahora, los empresarios que confiaron en el señor Sánchez se rasgan las vestiduras ante la evidencia de que fueron engañados por el líder del PSOE. Los pactos de los socialistas con Podemos, seguramente van a producirse en muchos municipios y, posiblemente, en algunas comunidades, lo que supone que los bancos van a tener que mirar con lupa las hipotecas que concedan ante la posibilidad, como ha anunciado la señora Colau, futura alcaldesa de Barcelona, de suprimir que se pueda desahuciar a los que no paguen o que les obliguen a poner en alquiler todos aquellos pisos que tengan en sus balances, sin alquilar. Y no olvidemos que, para estos señores de Podemos, la palabra de expulsar a los inquilinos que no paguen no existe en su particular concepto de la propiedad priva… la de los otros, por supuesto, porque la suya la tendrán a salvo en Venezuela o en Ecuador, las naciones que los vienen financiando.

Como siempre, las lamentaciones tienen lugar cuando ya los hechos no tienen remedio, cuando, aunque digan lo contrario los periodistas de izquierdas, vamos, ineludiblemente, a entrar en un periodo en el que, como ha dicho el señor Guindos, es posible que suframos un retroceso, en el que se pierda una gran parte o todo, lo que se ha conseguido a través de 4 años de sacrificios y trabajo. Todos los empresarios o industriales que se hayan fiado de las promesas de estos partidos de izquierdas, que hayan pensado que, en el caso catalán, iban a conseguir una mejora para su autonomía o, incluso, su independencia o que obtendrían un mejor trato fiscal desde Madrid si CIU accedía, como pensaban, al poder; van a tener que replantearse sus objetivos, van a ser sometidos a una presión fiscal mayor y, con toda probabilidad, van a ver como sus negocios van decayendo a medida que la inversión extranjera ( algo que ya viene ocurriendo) vaya disminuyendo; las multinacionales se vayan ubicando en otros destinos y los ciudadanos reduzcan el consumo, ante la posibilidad de que sigamos la senda del ejemplo griego; en estos momentos con un gobierno gemelo al que los señores Iglesias y Errejón, tienen planeado para nuestro país.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, vemos como estamos inmersos en un caos total, en el que la sensatez brilla por su ausencia; los rifirrafes entre partidos demuestran su falta de voluntad de llegar a acuerdos; los personalismos y la resistencia a asumir las responsabilidades que les competen, impiden que en los partidos se tomen las medidas adecuadas para regenerarlos, aunque falten unos pocos meses para las legislativas, puesto que, de no hacerlo y continuar emperrados en “no enmendallo” antes de los comicios, lo probable sea que el batacazo sea tan grande que nos veamos en manos de extremistas de izquierdas durante muchos años. Y esto sería el hundimiento definitivo de España.

¡Ahora los empresarios caen del guindo y se lamentan del engaño!

“Cuando un hombre se mira mucho a si mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál su careta” Pío Baroja
Miguel Massanet
sábado, 30 de mayo de 2015, 07:26 h (CET)
Es algo entendible y, por supuesto, en ello confían los políticos que, en periodo electoral, el vulgo, las gentes sencillas, los que lo están pasando mal y aquellos que se sienten agraviados por los gobernantes, tengan la tendencia a dejarse convencer, a ser fácil pasto y caer en la demagogia, los engaños, las medias verdades y las promesas que los políticos suelen usar para captar adeptos para su causa. Las personas inteligentes suelen huir de mítines, de conferencias o de las habituales encerronas que los directivos de las campañas electorales tienen programados para explicarle, a la audiencia, aquello que quieren oír, que puede satisfacer a sus intereses personales o que descalifica a aquellas formaciones por las que los oyentes sienten una particular ojeriza. La naturaleza humana es así y los que buscan votos saben muy bien como explotar los defectos y credulidad de aquellos a los que se dirigen.

No obstante, en España existe una “casta”, como diría Pablo Iglesias, que se mueve por estímulos, impulsos o señuelos distintos de los que suelen afectar al resto de los ciudadanos. En efecto, hay en nuestro país quienes han sabido dejar aparte los sentimientos, los ideales políticos, las conveniencias del país o el propio y explicable amor por su terruño, supeditándolo todo a la economía, al progreso de su negocio o industria, a ganar dinero, aunque para ello deba sacrificar otros valores morales, sentimentales, de amistad o, incluso, familiares. Estamos hablando, ustedes ya lo habrán sospechado, de los comerciantes, de los banqueros, de los industriales o de los especuladores; una especie humana que se rige por un afán, podríamos decir que enfermizo, de conseguir atesorar riqueza y que, ante tal desafío, poco cuentan sus tendencias políticas o sus compromisos con la sociedad en la que están instalados y de la que participan

No tengan ustedes la menor duda de que, ante un problema de tipo político; ante una situación de inseguridad o una amenaza de crisis, sea económica, financiera o social, siempre enfocan su análisis desde la contemplación de la repercusión que, aquella situación, pudiera tener en la marcha de su negocio, en sus pedidos y en sus ganancias; valorando las posibles opciones que se le presentan para no salir perjudicado o, al menos, lo menos posible, por las consecuencias de aquella anomalía. Sin embargo, en ocasiones, su propia cerrazón, su egoísmo y su fijación excesiva en sus propios problemas, le impiden abarcar en toda su amplitud, los otros ámbitos en los que pudieran incidir aquellos y sus consecuencias globales para el país; más allá de sus intereses particulares y que, desde otros ángulos, también pudieran repercutir en su vida y la de sus familiares.

En las reuniones que, el líder del PSOE, ha tenido a lo largo del periodo preelectoral, con distintos colectivos, también, cómo no, las tuvo con los empresarios en distintas convenciones en las que, como era de esperar, los quiso tranquilizar, les vendió las excelencias de su partido, les prometió ocuparse de sus problemas y les aseguró, para su tranquilidad, que, de ninguna manera pactaría alianzas para gobernar con el partido de Podemos. Recordemos, antes de seguir por este camino, que en la comunidad autónoma de Catalunya también estuvieron reuniéndose para analizar las consecuencias de la postura separatista del señor Mas y del señor Oriol Junqueras, con los que se reunieron, recibiendo de dichos señores seguridades de que Catalunya seguiría perteneciendo, como Estado independiente, a la CE, recibiendo de ella las mismas subvenciones que vienen obteniendo ahora y que, el nuevo estado catalán, se convertiría en la séptima potencia económica de la UE.

Muchos picaron y se decantaron por apoyar la propuesta de Mas de independizarse de España. Luego ha venido el desencanto, han recibido informaciones de personas solventes, de las que han deducido que de todo lo dicho nada se sustentaba de pie y que, lo más probable, fuera que se encontraran aislados en una pequeña nación, rodeada de fronteras, obligada a pagar cánones y tasas por su importaciones y exportaciones y con la evidencia de que, su entrada en la CE por muy rápido que fuera necesitaría la aprobación de todos los países que la forman. El tiempo ha desmentido a Mas y ha dejado su plan independentista en sus justos límites, con la consiguiente pérdida de adeptos que no están convencidos de que esta utópica separación sea lo más conveniente para sus intereses.

Ahora, los empresarios que confiaron en el señor Sánchez se rasgan las vestiduras ante la evidencia de que fueron engañados por el líder del PSOE. Los pactos de los socialistas con Podemos, seguramente van a producirse en muchos municipios y, posiblemente, en algunas comunidades, lo que supone que los bancos van a tener que mirar con lupa las hipotecas que concedan ante la posibilidad, como ha anunciado la señora Colau, futura alcaldesa de Barcelona, de suprimir que se pueda desahuciar a los que no paguen o que les obliguen a poner en alquiler todos aquellos pisos que tengan en sus balances, sin alquilar. Y no olvidemos que, para estos señores de Podemos, la palabra de expulsar a los inquilinos que no paguen no existe en su particular concepto de la propiedad priva… la de los otros, por supuesto, porque la suya la tendrán a salvo en Venezuela o en Ecuador, las naciones que los vienen financiando.

Como siempre, las lamentaciones tienen lugar cuando ya los hechos no tienen remedio, cuando, aunque digan lo contrario los periodistas de izquierdas, vamos, ineludiblemente, a entrar en un periodo en el que, como ha dicho el señor Guindos, es posible que suframos un retroceso, en el que se pierda una gran parte o todo, lo que se ha conseguido a través de 4 años de sacrificios y trabajo. Todos los empresarios o industriales que se hayan fiado de las promesas de estos partidos de izquierdas, que hayan pensado que, en el caso catalán, iban a conseguir una mejora para su autonomía o, incluso, su independencia o que obtendrían un mejor trato fiscal desde Madrid si CIU accedía, como pensaban, al poder; van a tener que replantearse sus objetivos, van a ser sometidos a una presión fiscal mayor y, con toda probabilidad, van a ver como sus negocios van decayendo a medida que la inversión extranjera ( algo que ya viene ocurriendo) vaya disminuyendo; las multinacionales se vayan ubicando en otros destinos y los ciudadanos reduzcan el consumo, ante la posibilidad de que sigamos la senda del ejemplo griego; en estos momentos con un gobierno gemelo al que los señores Iglesias y Errejón, tienen planeado para nuestro país.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, vemos como estamos inmersos en un caos total, en el que la sensatez brilla por su ausencia; los rifirrafes entre partidos demuestran su falta de voluntad de llegar a acuerdos; los personalismos y la resistencia a asumir las responsabilidades que les competen, impiden que en los partidos se tomen las medidas adecuadas para regenerarlos, aunque falten unos pocos meses para las legislativas, puesto que, de no hacerlo y continuar emperrados en “no enmendallo” antes de los comicios, lo probable sea que el batacazo sea tan grande que nos veamos en manos de extremistas de izquierdas durante muchos años. Y esto sería el hundimiento definitivo de España.

Noticias relacionadas

El cisne negro de Biden sería la protesta de los estudiantes universitarios contra la invasión de Gaza en las Universidades de Columbia y la UCLA y su violento desalojo por la policía, movimiento de protesta que por mimetismo podría extenderse al resto de Universidades de Estados Unidos, rememorando las protestas de 1968 contra la guerra de Vietnam.

Un 14 de mayo de 1935 el Comité Pro-Paz en América advertía que la guerra del Chaco era una amenaza para la democracia en todo el continente. Este comité se había constituido en la ciudad argentina de Córdoba, y lo integraban poetas e intelectuales de varias nacionalidades.

El presidente Sánchez ha hablado estos días de la necesidad de un plan de regeneración democrática, que considera “uno de los desafíos más trascendentes”, para lo que propondrá “medidas y acciones para reforzar y prestigiar la democracia”. Pero ¿de qué regeneración democrática hablamos?

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto