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El gran motor de este engranaje global del movimiento y el ocio son las empresas transnacionales

​Macrogranjas, turismo masivo y multinacionales

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Son males de España. ¿Qué se está haciendo?

En el pasado marzo, diferentes asociaciones, entre ellas: Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Food & Water Action Europe, Justicia Alimentaria y el Observatorio de la Deuda en la Globalización solicitaron al ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico que no incluyera la industria cárnica en los receptores de los 10.000 millones de euros de los fondos europeos de recuperación.

La excusa para considerarla como potencial receptora es la creación de plantas para la transformación de los purines de unos animales encerrados –maltrato animal- cargados de antibióticos y de sustancias nocivas –maltrato al consumidor-, altamente contaminante- maltrato al planeta-, para producir biogás.


Si quieres informarte sobre el impacto en la salud  de esta forma de producción cárnica, la doctora Ángela Prado te ofrece un informe: “Riesgos para la salud pública relacionados con la instalación de macrogranjas porcinas”.

Por otra parte estas malas prácticas son una competencia desleal para los pequeños ganaderos y aportan un mínimo de puestos de trabajo y, apunta el informe:

En la actualidad la industria del porcino está controlada por grandes empresas que proporcionan el pienso, los animales, las normas y los estándares de producción, mientras que los ganaderos engordan y crían los animales para venderlos a un precio previamente fijado. El tamaño de las granjas se ha incrementado de forma drástica, con miles de cerdos encerrados en grandes naves.

Esta concentración ha tenido como consecuencia el deterioro de las condiciones laborales y un creciente y fuerte impacto sobre el medio ambiente y el bienestar animal, además de suponer una amenaza para la salud pública.

Con respecto al turismo de masas, recomiendo leer el informe de Rodrigo Fernández Miranda (Ecologistas en Acción): “Análisis crítico del turismo de masas en la globalización económica”.


Un párrafo que anima a pinchar

El gran motor de este engranaje global del movimiento y el ocio son las empresas transnacionales, que se expanden por mercados geográficos del Sur, en los que las reglas de juego favorecen su llegada y actividad, con bajas o nulas barreras comerciales, laxas regulaciones laborales, permisivas legislaciones ambientales, elevados incentivos fiscales, menores costes de los factores de explotación, y otro conjunto de cesiones y concesiones por parte de los poderes públicos locales.

Además, a través de sus lobbies, inciden de forma directa en los espacios de toma de decisiones políticas nacionales, regionales y globales con objeto de preservar sus intereses.

Para concluir, el dato que nos ofrece la Agencia Tributaria: “La multinacionales españolas pagan por el Impuesto sobre Sociedades a nivel mundial el 17% de su beneficio”.


¿Quiénes tienen el poder?, Si estuviéramos unidos y organizados nuestras voces serian escuchadas en las tomas de decisiones.

¿Valemos o no?

​Macrogranjas, turismo masivo y multinacionales

El gran motor de este engranaje global del movimiento y el ocio son las empresas transnacionales
Carlos Ortiz de Zárate
miércoles, 7 de abril de 2021, 02:45 h (CET)

Son males de España. ¿Qué se está haciendo?

En el pasado marzo, diferentes asociaciones, entre ellas: Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Food & Water Action Europe, Justicia Alimentaria y el Observatorio de la Deuda en la Globalización solicitaron al ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico que no incluyera la industria cárnica en los receptores de los 10.000 millones de euros de los fondos europeos de recuperación.

La excusa para considerarla como potencial receptora es la creación de plantas para la transformación de los purines de unos animales encerrados –maltrato animal- cargados de antibióticos y de sustancias nocivas –maltrato al consumidor-, altamente contaminante- maltrato al planeta-, para producir biogás.


Si quieres informarte sobre el impacto en la salud  de esta forma de producción cárnica, la doctora Ángela Prado te ofrece un informe: “Riesgos para la salud pública relacionados con la instalación de macrogranjas porcinas”.

Por otra parte estas malas prácticas son una competencia desleal para los pequeños ganaderos y aportan un mínimo de puestos de trabajo y, apunta el informe:

En la actualidad la industria del porcino está controlada por grandes empresas que proporcionan el pienso, los animales, las normas y los estándares de producción, mientras que los ganaderos engordan y crían los animales para venderlos a un precio previamente fijado. El tamaño de las granjas se ha incrementado de forma drástica, con miles de cerdos encerrados en grandes naves.

Esta concentración ha tenido como consecuencia el deterioro de las condiciones laborales y un creciente y fuerte impacto sobre el medio ambiente y el bienestar animal, además de suponer una amenaza para la salud pública.

Con respecto al turismo de masas, recomiendo leer el informe de Rodrigo Fernández Miranda (Ecologistas en Acción): “Análisis crítico del turismo de masas en la globalización económica”.


Un párrafo que anima a pinchar

El gran motor de este engranaje global del movimiento y el ocio son las empresas transnacionales, que se expanden por mercados geográficos del Sur, en los que las reglas de juego favorecen su llegada y actividad, con bajas o nulas barreras comerciales, laxas regulaciones laborales, permisivas legislaciones ambientales, elevados incentivos fiscales, menores costes de los factores de explotación, y otro conjunto de cesiones y concesiones por parte de los poderes públicos locales.

Además, a través de sus lobbies, inciden de forma directa en los espacios de toma de decisiones políticas nacionales, regionales y globales con objeto de preservar sus intereses.

Para concluir, el dato que nos ofrece la Agencia Tributaria: “La multinacionales españolas pagan por el Impuesto sobre Sociedades a nivel mundial el 17% de su beneficio”.


¿Quiénes tienen el poder?, Si estuviéramos unidos y organizados nuestras voces serian escuchadas en las tomas de decisiones.

¿Valemos o no?

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