A lo largo de nuestra vida vivimos muchas dificultades, momentos demasiado amargos en ocasiones que nos hacen perder la fe en nosotros mismos, en el futuro y en nuestra capacidad de afrontarlo con éxito. Esta mañana de viernes, reflexiono sobre esta capacidad nuestra de superar las dificultades ¿la tenemos?, ¿nos viene de casa?, ¿la adquirimos?… Espero darte una de las claves más importantes para seguir creyendo que todo saldrá bien.

No sé si te has fijado, pero en esta zona del globo el invierno está diciendo “hasta luego”, las temperaturas ya son diferentes a como lo eran hace tan sólo dos semanas, el sol de la tarde que podemos ver y disfrutar cada día es distinto, más amigable, más cálido. En la zona en la que yo vivo (Valencia, España), el buen tiempo empieza el 1 de Marzo y acaba a mediados de Noviembre. Tenemos casi 9 meses de buen tiempo. El invierno, como la vida misma, es duro, sino que se lo pregunten a los que han tenido que lidiar con él cada año trabajando en el campo.

Cada invierno me recuerda a un viaje interior, el viaje que todos hacemos varias veces en nuestras vidas cuando tenemos que superar las dificultades que se nos ponen delante. Las dificultades son ese invierno, ese frío polar, esa tormenta que arrecia, ese viento que desgarra a su paso todo lo que encuentra. El invierno es duro, pero el más duro es el invierno interior, el que vives dentro de ti.

Superar las dificultades
¿Cómo es el invierno que hay dentro de ti?, ¿Ha llegado también la primavera a tu interior?

Las estaciones son tan sólo una metáfora de lo que nos ocurre por dentro. La alegría viene con la primavera, la máxima expresión de la misma viene con el verano. El otoño y el invierno nos traen a la tristeza, al recogimiento, a la nostalgia y al miedo.

Y uno sale fortalecido después de cada invierno… Es algo así como “Lo conseguí, un año más…”. Sin embargo, como decía, hay personas a las que a pesar de llegar la primavera, nos les llegará a ellos todavia. Hasta que el invierno que hay dentro de ellos no pase definitivamente.

Lo que tienes que saber, y quizás lo más importante que te quería transmitir hoy, es que los momentos más difíciles del invierno son los últimos. Las dos primeras semanas de Febrero han sido las más difíciles, el tiempo era peor, más frío… En todos los inviernos ocurre lo mismo, se despide de nosotros con su máximo momento de dificultad, con su máximo desafío.

Dicen que las temperaturas más bajas de una noche son las que se producen antes del amanecer.

Igual nos ocurre a nosotros, nosotros somos esa noche, los momentos más difíciles en nuestras vidas, son los que ocurren justo antes de poder ver la luz. Los momentos más difíciles de nuestro particular invierno son los que nos ocurren justo antes de que llegue la primavera.

Esta afirmación nos puede dar fuerzas, puede alimentar algo de esperanza dentro de nosotros. ¿Estas viviendo dificultades? Tranquilo/a, el invierno que hay dentro de ti está dando sus últimos coletazos.

De esta forma, las dificultades, las más complejas situaciones, son las que ocurren justo antes de haber un cambio significativo en nuestras vidas. Lo veo en muchas ocasiones, con situaciones por las que pasan mis clientes, en muchos momentos desesperados y sin una primavera a la que esperar. Es normal que se pierda la fe cuando uno cree que lo tiene todo perdido. Sin embargo, hay que saber que hay leyes que escapan a nuestro entendimiento, y que justo antes del amanecer es cuando se viven las temperaturas más bajas.

Por eso las estaciones nos enseñan tanto, al igual que lo hace el cambio entre la noche y el día. Nos enseñan a no tirar la toalla, a decirnos “Venga César, un poquito más…”, “Vamos, tan sólo estás viviendo el momento más difícil de esta noche oscura, pero en seguida saldrá el sol”.

Y al final, el sol siempre sale. Porque no depende de ti, porque está escrito así. El sol sale y saldrá, por siempre, para todos nosotros. ¿Quieres seguir en tu particular invierno o te vienes a ver el amanecer?

No te ahogues en tu invierno.

Escapar de las dificultades está de moda. No sentir también lo está, para ello utilizamos miles de artilugios, tarjetas de crédito, smartphones, tecnología… Vivimos dentro de esa sensación de estrés en la cual no queremos pararnos a mirar dentro. Cualquier excusa es buena para evitar tomarnos un café con nosotros mismos, para evitar irnos a dar un paseo por la playa o por la montaña, a solas, a encontrarnos con nuestro propio invierno… Y a esperar a que llegue la primavera.

Quizás ese sea el mensaje del invierno, si lo vives, si lo sientes, entonces todo pasará. Sin embargo, si tratas de dejarlo aparcado, el invierno seguirá dentro de ti, incluso durante la primavera.

Ahora sale el sol, la luz del día empieza a clarear a través de mi ventana, hoy será un gran día. En el Monasterio de Poblet a esta hora están finalizando los laudes, en unas semanas yo también estaré allí, escribiendo un nuevo libro y disfrutando de los amaneceres de cada día junto a los monjes, escuchándolos mientras cantan a ese amanecer que por fin ha llegado.

¿Hay una sensación más bonita que la de empezar el día?

Que lo disfrutes