Con motivo de la pandemia del coronavirus, el Papa Francisco ha compuesto una oración invocando el auxilio de la Santísima Virgen para que nos libre de este mal, y hay una frase en la oración que no comprendo, no sé a que se referirá el Santo Padre cuando invoca “para que vuelva la fiesta”. Lo que si se es que en la Salve dirigida a la Santísima Virgen, dice: “A ti suspiramos gimiendo y llorando en este VALLE DE LÁGRIMAS. No lo entiendo pero sí se por experiencia que muchos miembros del clero católico, seducidos por el materialismo que surgió con tanto progreso material, decían que la Iglesia que había no servía, lo importante era el hombre. Yo, como todos los que nacimos cuando la guerra, nos criamos en la miseria más absoluta, pero increíblemente yo y la mayoría de los ciudadanos éramos más felices en aquella pobreza que en este materialismo rabioso que se implantó no solamente en la sociedad también en muchos miembros del clero católico. Ahora estamos viendo y padeciendo como aquel materialismo barrió a la sociedad de toda norma moral y espiritual. Pero parece que esta pandemia del coronavirus no es suficiente para que la Iglesia Católica y la sociedad se percaten de que tienen que establecer un cambio radical. Las personas somos seres racionales y espirituales, pero este materialismo rabioso ha conseguido que la mayoría de los ciudadanos están viviendo y engordando para la matanza, sin que los Pastores del rebaño adviertan a sus fieles del extravío en el que vivimos que no puede terminar nada más que en tragedia.