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​En las cuestas arriba quiero ver al mulo… que las cuestas abajo, yo me las subo

En las cuestas arriba...

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No se me quita de la mente este dicho popular y campestre. Describe una realidad. En los momentos difíciles es cuando se ve si una persona mete el hombro de verdad. Cuando no lo hace para aprovechar la ocasión, ni para salir en la foto.

Con motivo de la desescalada en la pandemia que vivimos, se van a “retratar” muchos de aquellos que no han dudado en salir a los balcones, asistir a manifestaciones o cantar bellas melodías ante los medios de comunicación. Ahora les quiero ver a pie del cañón.

Ya se está notando el cansancio. Y, sobre todo, se está observando el aumento exponencial de las familias necesitadas a consecuencia del paro, los ertes, el cierre de empresas y de fronteras, el bajón del turismo y la madre que los parió. El capital no tiene corazón. Si una empresa no es rentable en un sitio, se traslada a otro y se acabó.

Al final los necesitados van a parar a los mismos de siempre. A los denostados creyentes que nos hemos tomado en serio lo de dar a comer al hambriento y vestir al desnudo. Y ahí tenemos a Cáritas, al comedor de Santo Domingo, a las cofradías y a tantos otros que vemos como tenemos que redoblar nuestros esfuerzos ante la avalancha que se nos avecina.

Hoy quiero resaltar el trabajo de dos entidades que se hacen merecedoras de protagonizar mi buena noticia de hoy. El comedor social “Yo soy tú” y la ONG “Más nunca es menos”.

El Comedor social “Yo soy tú” situado en Miraflores de los Ángeles está sirviendo comidas a alrededor de 1.000 familias de la zona. No sé de donde saca Emilio y sus colaboradores tanto alimento, pero ahí están desde hace años. Un montón de malagueños reciben hoy unos menús completos que alivian su situación.

La ONG “Más nunca es menos” nació para apoyar a los niños de Costa de Marfil. En esa tarea continúan, pero, en la actualidad, han detectado las necesidades que sufren en su entorno malagueño en Intelhorce, Los Prados y La Huertecilla. Han transformado el templo de la Parroquia de la Visitación de Nuestra Señora en un almacén desde el que reparten los alimentos que les llegan desde diversos lugares. Nunca ha estado el Señor más venerado que en la atención a sus hijos necesitados. Allí se celebra, también, otra eucaristía.

Un olé por ambas entidades. Son una buena noticia. Están ahí en las cuestas arriba.



En las cuestas arriba...

​En las cuestas arriba quiero ver al mulo… que las cuestas abajo, yo me las subo
Manuel Montes Cleries
lunes, 1 de junio de 2020, 08:39 h (CET)

No se me quita de la mente este dicho popular y campestre. Describe una realidad. En los momentos difíciles es cuando se ve si una persona mete el hombro de verdad. Cuando no lo hace para aprovechar la ocasión, ni para salir en la foto.

Con motivo de la desescalada en la pandemia que vivimos, se van a “retratar” muchos de aquellos que no han dudado en salir a los balcones, asistir a manifestaciones o cantar bellas melodías ante los medios de comunicación. Ahora les quiero ver a pie del cañón.

Ya se está notando el cansancio. Y, sobre todo, se está observando el aumento exponencial de las familias necesitadas a consecuencia del paro, los ertes, el cierre de empresas y de fronteras, el bajón del turismo y la madre que los parió. El capital no tiene corazón. Si una empresa no es rentable en un sitio, se traslada a otro y se acabó.

Al final los necesitados van a parar a los mismos de siempre. A los denostados creyentes que nos hemos tomado en serio lo de dar a comer al hambriento y vestir al desnudo. Y ahí tenemos a Cáritas, al comedor de Santo Domingo, a las cofradías y a tantos otros que vemos como tenemos que redoblar nuestros esfuerzos ante la avalancha que se nos avecina.

Hoy quiero resaltar el trabajo de dos entidades que se hacen merecedoras de protagonizar mi buena noticia de hoy. El comedor social “Yo soy tú” y la ONG “Más nunca es menos”.

El Comedor social “Yo soy tú” situado en Miraflores de los Ángeles está sirviendo comidas a alrededor de 1.000 familias de la zona. No sé de donde saca Emilio y sus colaboradores tanto alimento, pero ahí están desde hace años. Un montón de malagueños reciben hoy unos menús completos que alivian su situación.

La ONG “Más nunca es menos” nació para apoyar a los niños de Costa de Marfil. En esa tarea continúan, pero, en la actualidad, han detectado las necesidades que sufren en su entorno malagueño en Intelhorce, Los Prados y La Huertecilla. Han transformado el templo de la Parroquia de la Visitación de Nuestra Señora en un almacén desde el que reparten los alimentos que les llegan desde diversos lugares. Nunca ha estado el Señor más venerado que en la atención a sus hijos necesitados. Allí se celebra, también, otra eucaristía.

Un olé por ambas entidades. Son una buena noticia. Están ahí en las cuestas arriba.



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