La Organización Mundial de la Salud ha decidido declarar el brote de
ébola que ha matado a más de 900 personas en varios países de África
occidental como una emergencia sanitaria internacional, al tiempo que
ha pedido a los países afectados que declaren la emergencia a nivel
nacional y que extremen las medidas de protección.
"Declaro que el brote actual de ébola es una emergencia de salud
pública de preocupación internacional. La decisión ha sido
unánime", ha afirmado la directora general de la OMS, Margaret Chan, en una
comparecencia informativa ante la prensa tras la reunión del Comité de Emergencia de la
agencia de Naciones Unidas, que ha sido el órgano que ha decretado por unanimidad la
declaración de la emergencia sanitaria internacional.
El Comité de Emergencia de la OMS se ha reunido este miércoles y jueves para analizar
la situación creada por el brote de ébola. Los miembros y asesores de este órgano de la
OMS han analizado la situación del brote, sus posibles consecuencias y han emitido una
serie de recomendaciones para frenar la expansión de esta enfermedad contagiosa.
En la sesión informativa celebrada este viernes, la OMS ha asegurado que el brote de
ébola constituye un "hecho extraordinario" y ha alertado de que representa un
riesgo sanitario para otros países, además de los directamente afectados por
contagios y fallecimientos de enfermos.
En este sentido, ha avisado sobre las posibles consecuencias que tendría una
expansión internacional del ébola porque sería "particularmente grave" dada la
virulencia del virus, sus patrones de transmisión y los "débiles sistemas de salud" en los
países más afectados por la enfermedad.
PIDE UNA RESPUESTA INTERNACIONAL COORDINADA
La OMS ha reclamado una "respuesta internacional coordinada" para frenar el
brote y ha explicado que todos los miembros del Comité de Emergencia han concluido de
forma unánime que el brote de ébola cumple las condiciones para ser considerado una
emergencia de salud pública a nivel internacional.
La agencia internacional ha explicado que el brote actual comenzó en diciembre de 2013 en Guinea y, desde entonces, se ha expandido a Liberia, Nigeria y Sierra
Leona. En total, se han registrado 1.711 casos de la enfermedad, de los cuales 1.070 son
confirmados, 436 probables y 205 sospechosos. El balance asciende a 932 muertos, lo
que supone el mayor brote de ébola registrado hasta la fecha.
Los países afectados por el brote han informado sobre su situación al Comité de
Emergencia de la OMS y han advertido de que sus sistemas sanitarios son frágiles y tienen
escasos recursos económicos y humanos, lo que podría comprometer su capacidad de
dar una respuesta efectiva al ébola.
LOS ERRORES SOBRE LAS FORMAS DE TRANSMISIÓN REPRESENTAN UN DESAFÍO
En esta misma línea, han afirmado que la falta de experiencia en la lucha contra el ébola
y los errores sobre las formas de transmisión del virus suponen un "importante desafío"
en algunas de sus comunidades, al igual que la alta movilidad de sus poblaciones, lo que
puede llevar a que algunos infectados abandonen sin control el país.
La OMS ha explicado que varios casos de contagio han tenido lugar en tres capitales de
país: en Conakry, la capital de Guinea, en Monrovia, la de Liberia, y Freetown, la de Sierra
Leona; y un elevado número de contagios se han registrado entre trabajadores
sanitarios, lo que pone de manifiesto los "inadecuados sistemas de desinfección en
muchas instalaciones".
En el capítulo de recomendaciones, el Comité de Emergencia de la OMS ha emplazado a
los países con casos de ébola que declaren la emergencia sanitaria nacional, informen a
su población sobre la situación y los pasos para controlar y erradicar el brote y garanticen
que adoptan "todas las medidas necesarias" para tener el suficiente personal sanitario
que gestione la emergencia.