Este es el título de uno de los temas que trato en mi libro: "El sexo, magia para tu cuerpo" porque el tacto y la piel son básicos en el contacto entre los amantes, y si además se aplica un masaje sensorial con cremas, con aceites o un masaje piel a piel, puede ser un calentamiento previo que forme parte de los juegos sexuales haya penetración o no.
No hay que confundir este masaje con los conocidos que se dan con fricciones. Está dentro del plan de revivir y fortalecer el deseo. De encender a la pareja, de entrar en un proceso de aprendizaje a través de la comunicación entre las personas, y el resultado será el placer propio y el de la pareja que irá descubriendo lo que le gusta. Masajes que se intercambian para reducir la ansiedad y las tensiones que provocan dificultades sexuales. También para relajarse, para descubrir el potencial sensual del propio cuerpo y del de los otros, y la amplitud de las sensaciones.
La cabeza vacía de pensamientos porque todo es "sentir el cuerpo" y las emociones del momento que se vive, mientras se sigue el ritmo de las manos en el masaje, lo que puede darle un alto valor erótico a nuestro cuerpo. Y será una gran ayuda para aprender a hacer más lento el tiempo, a ensayar con lentitud y sin ansia, sin correr para llegar enseguida al acto sexual ... sin acercarse con rapidez a la zona genital y sin la prisa de conseguir como sea la erección o el orgasmo.
El apremio junto con la ansiedad y las prisas son grandes obstáculos cuando se busca la forma de enfrentar la impotencia, la eyaculación precoz o cuando no llegan al orgasmo. También cuando se tiene vaginismo, inapetencia sexual o cualquier otra dificultad sexual se trabaja con el sexólogo. Y sabemos que los masajes y las caricias estimulan y ponen en situación todas las partes del cuerpo, y la energía sensual se acumula lo que les lleva a vivir un orgasmo más intenso ...
Son los amantes los que deciden dónde quieren llegar, cómo harán la exploración del cuerpo, y un juego divertido será descubrir nuevas sensaciones en zonas inexploradas del cuerpo. Cómo sienten los masajes ... si son más intensos y su duración, o cómo se va sitiendo la aproximación hacia los órganos genitales y su excitación.
Si por ejemplo ellos estimulan el clítoris suavemente y observan las reacciones del cuerpo de su compañera, sus gemidos, sus jadeos, o su voz que les orienta acerca del ritmo en la estimulación. Notan el sexo húmedo a la entrada de la vagina lo que les permite mojar sus dedos y extender la humedad hacia el clítoris seco aún, para que se reponga. Mientras susurran al oído deseos ardientes y a la vez acarician su pecho o su cuello, pueden convertir esta experiencia en especialmente excitante.
Masajes combinados con pequeños golpecitos con las palmas de las manos o con el filo de las manos sobre la espalda o las nalgas, sobre los muslos o las piernas. Amasando unas veces, acariciando otras desde las palmas hacia los brazos, bajando por ambos lados del tronco, llegando a las nalgas, los muslos, las piernas y los pies. Dando un pequeño masaje a las manos y acariciando entre los dedos, también de los pies.
Fijarse en el masaje del vientre, del pecho, del cuello, de la cabeza y el cuero cabelludo ... Y si a los dos les gusta ... empezar a chupar los dedos, lamer las orejas y otras zonas del cuerpo. Y emplear las caricias con nuestros propios pechos, nuestro pelo o el vello sexual.