Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cartas al director
Juan Manuel Chica, Jaén

Se cumple una década de Facebook

|

Se cumple una década del facebook. Más 1100 millones de usuarios en todo el mundo. Al cristianismo le ha costado llegar a una cifra similar dos mil años. Y sospecho que mucho de éstos no revisan sus preceptos ni tan a diario ni tan fielmente como los del feisbú lo hacen con sus pantallas de frontispicio azul y blanco. Los grandes descubrimientos, hasta ahora, tardaban en propagarse pero repercutían de manera tangible. Pensemos en el fuego, la rueda, o la imprenta: hallazgos que mejoraban y aliviaban la existencia de los humanos, física y espiritualmente. Pero el caso del feisbú se parece más bien a las bombillas que lucen muy intensamente justo antes de fundirse.

Invenciones tan grandes como vacías que, en apariencia, conecta personas cuando la realidad es que solo interconectan IPS, datos y metadatos de máquinas. Eso sí, envuelto en un señuelo de comunicación que no es más que calor y amistad virtual. Recuerdos con soporte de un pasado que pudieron existir o tal vez no. Pero eso a nuestro cerebro parece bastarle. No importa que cada vez haya más incomunicación, más soledad y más dificultad para un diálogo verdadero. En nuestro mundo virtual, el verdadero ya, feisbú nos dice que tenemos muchos amigos. Tal vez por eso, Facebook cotice en bolsa, otra abstracción más que desliga la economía real de una ficticia que es la que, paradójicamente, vale y manda. Y claro, cuando se descubre el pastel viene la crisis y la soledad.

Se cumple una década de Facebook

Juan Manuel Chica, Jaén
Lectores
viernes, 14 de febrero de 2014, 08:33 h (CET)
Se cumple una década del facebook. Más 1100 millones de usuarios en todo el mundo. Al cristianismo le ha costado llegar a una cifra similar dos mil años. Y sospecho que mucho de éstos no revisan sus preceptos ni tan a diario ni tan fielmente como los del feisbú lo hacen con sus pantallas de frontispicio azul y blanco. Los grandes descubrimientos, hasta ahora, tardaban en propagarse pero repercutían de manera tangible. Pensemos en el fuego, la rueda, o la imprenta: hallazgos que mejoraban y aliviaban la existencia de los humanos, física y espiritualmente. Pero el caso del feisbú se parece más bien a las bombillas que lucen muy intensamente justo antes de fundirse.

Invenciones tan grandes como vacías que, en apariencia, conecta personas cuando la realidad es que solo interconectan IPS, datos y metadatos de máquinas. Eso sí, envuelto en un señuelo de comunicación que no es más que calor y amistad virtual. Recuerdos con soporte de un pasado que pudieron existir o tal vez no. Pero eso a nuestro cerebro parece bastarle. No importa que cada vez haya más incomunicación, más soledad y más dificultad para un diálogo verdadero. En nuestro mundo virtual, el verdadero ya, feisbú nos dice que tenemos muchos amigos. Tal vez por eso, Facebook cotice en bolsa, otra abstracción más que desliga la economía real de una ficticia que es la que, paradójicamente, vale y manda. Y claro, cuando se descubre el pastel viene la crisis y la soledad.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto