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La congresista demócrata por California Jackie Speier está a la cabeza del nuevo impulso para aprobar la Enmienda de Igualdad de Derechos

La Constitución de EE.UU. necesita urgentemente una nueva enmienda

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En 1776, en el marco de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, los Padres Fundadores escribieron: “Sostenemos como evidentes estas verdades; que todos los hombres son creados iguales”. Por supuesto, no se referían realmente a “todos los hombres”, ya que estaban excluidos los esclavos y los indígenas nativos, así como también las mujeres. La Constitución de Estados Unidos que le siguió una docena de años más tarde mantuvo esa desigualdad. A lo largo de los 240 años transcurridos, este documento rector –la Constitución más antigua del mundo que todavía sigue en uso– se ha modificado muchas veces, pero nunca para extender la garantía de igualdad a las mujeres. La Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA, por sus siglas en inglés), introducida por primera vez en 1923, procura corregir eso. Ahora, casi un siglo después, podría estar cerca de ser aprobada. Al igual que con todos los avances progresistas importantes que se fueron logrando en la historia de este país, los movimientos sociales han hecho avanzar esta reforma. El hecho de que se apruebe y se incluya como la Enmienda 28 de la Constitución depende de la fuerza de los movimientos de base intersectoriales que trabajan por la igualdad para las mujeres.


La semana pasada, la actriz Patricia Arquette hizo declaraciones en una audiencia del Subcomité Judicial de la Cámara de Representantes sobre la Enmienda de Igualdad de Derechos. Fue la primera audiencia de este tipo en casi cuatro décadas. Arquette expresó: “¿Por qué las mujeres no lograron la igualdad constitucional plena en 1787 o en 1982? ¿Porque el país no estaba listo? ¡Bueno, espero que ahora sí! Porque las mujeres llevan 232 años esperando por la igualdad en este país, y les han fallado. Los legisladores han bloqueado la aprobación de la Enmienda de Igualdad de Derechos durante décadas. Pero ya nos cansamos de esperar”.


La congresista demócrata por California Jackie Speier está a la cabeza del nuevo impulso para aprobar la Enmienda de Igualdad de Derechos. Ella propuso la Resolución Conjunta de la Cámara de Representantes n.º 38, que de forma legislativa anula un plazo arbitrario para la ratificación de la enmienda, establecida en 1972, que requería la ratificación dentro de los 10 años. Después de pasado el plazo en 1982, y bajo el ataque del gobierno de Reagan, los esfuerzos para aprobar la ERA disminuyeron. Speier sostuvo en la audiencia: “Necesitamos la ERA para poder unirnos al resto de los países industrializados del mundo, para poder alcanzar plenamente nuestro potencial económico y social. Ya no nos vamos a permitir quedar relegadas. Necesitamos la ERA ahora mismo”.


La Enmienda de Igualdad de Derechos establece que “las mujeres tendrán los mismos derechos en Estados Unidos y en todos los lugares sujetos a su jurisdicción. La igualdad de derechos en virtud de la ley no debe ser negada ni limitada por Estados Unidos ni por ningún estado por motivos de género”. Este texto fue aprobado por el Congreso en 1972 y presentado a todos los estados del país para su ratificación; se necesitaba la aprobación de 38 estados. Treinta estados lo ratificaron rápidamente. Varios estados más se unieron a lo largo de esa década. Nevada ratificó la enmienda en 2017 e Illinois hizo lo propio en 2018, llevando el total a 37 estados.


Si un estado más vota la ratificación de la Enmienda de Igualdad de Derechos, y si la resolución de Speier se aprueba, eliminando el plazo para la ratificación, la ERA se convertirá en la Enmienda 28 de la Constitución.


Kathleen Sullivan, exdecana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Stanford, también habló en la audiencia del Congreso. La académica señaló acerca de la Constitución de Estados Unidos: “[Es] la única Constitución de entre las de los principales países del mundo que carece de una disposición que declare la igualdad de hombres y mujeres. Y ahora es la oportunidad de corregir esa omisión, esa mancha, esa vergüenza de nuestra Constitución, mediante la ratificación por solo un estado más de la enmienda de 1972. Solo para dar algunos ejemplos, la Constitución francesa establece que la ley les garantiza a las mujeres derechos iguales a los de los hombres en todos los ámbitos. La Constitución alemana establece que hombres y mujeres tienen los mismos derechos y que nadie será discriminado ni favorecido por su género. La Constitución india establece que el Estado no discriminará a ningún ciudadano por motivos de género. Y toda constitución escrita promulgada desde la Segunda Guerra Mundial contiene una disposición sobre la igualdad de género”.


Una encuesta recientemente publicada por la Coalición ERA/Fondo para la Igualdad de las Mujeres halló que el 94% de la opinión pública estadounidense respalda la garantía constitucional de igualdad para hombres y mujeres, y que el 80% pensaba erróneamente que ya estaba garantizada. Un buen recordatorio de que no es así es el llamado “Día de la igualdad salarial”, que indica hasta qué día del año en curso tiene que trabajar una mujer para ganar lo que un hombre recibió durante el año anterior. En promedio, las mujeres estadounidenses llegaron en 2019 a la igualdad salarial el 2 de abril. Pero las mujeres de color tienen que trabajar mucho más tiempo. Para las mujeres latinas, este año la fecha caería el 20 de noviembre, casi un año más de trabajo para ganar lo que obtiene un hombre en un año. La brecha salarial es solo uno de los problemas que la ERA ayudaría a eliminar.

Varias generaciones de mujeres y sus aliados han luchado por esta enmienda, desde las sufragistas que lograron el derecho al voto de las mujeres en 1920 hasta las feministas de las décadas de 1960 y 1970. Con más de cien mujeres electas para el Congreso por primera vez en la historia de Estados Unidos, con millones de personas que participan en las Marchas de las Mujeres en todo el país y con el poderoso movimiento #MeToo que enfoca la atención mundial en el abuso sexual sistémico, ya es hora de que Estados Unidos apruebe la Enmienda de Igualdad de Derechos.

La Constitución de EE.UU. necesita urgentemente una nueva enmienda

La congresista demócrata por California Jackie Speier está a la cabeza del nuevo impulso para aprobar la Enmienda de Igualdad de Derechos
Amy Goodman
domingo, 12 de mayo de 2019, 10:14 h (CET)

En 1776, en el marco de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, los Padres Fundadores escribieron: “Sostenemos como evidentes estas verdades; que todos los hombres son creados iguales”. Por supuesto, no se referían realmente a “todos los hombres”, ya que estaban excluidos los esclavos y los indígenas nativos, así como también las mujeres. La Constitución de Estados Unidos que le siguió una docena de años más tarde mantuvo esa desigualdad. A lo largo de los 240 años transcurridos, este documento rector –la Constitución más antigua del mundo que todavía sigue en uso– se ha modificado muchas veces, pero nunca para extender la garantía de igualdad a las mujeres. La Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA, por sus siglas en inglés), introducida por primera vez en 1923, procura corregir eso. Ahora, casi un siglo después, podría estar cerca de ser aprobada. Al igual que con todos los avances progresistas importantes que se fueron logrando en la historia de este país, los movimientos sociales han hecho avanzar esta reforma. El hecho de que se apruebe y se incluya como la Enmienda 28 de la Constitución depende de la fuerza de los movimientos de base intersectoriales que trabajan por la igualdad para las mujeres.


La semana pasada, la actriz Patricia Arquette hizo declaraciones en una audiencia del Subcomité Judicial de la Cámara de Representantes sobre la Enmienda de Igualdad de Derechos. Fue la primera audiencia de este tipo en casi cuatro décadas. Arquette expresó: “¿Por qué las mujeres no lograron la igualdad constitucional plena en 1787 o en 1982? ¿Porque el país no estaba listo? ¡Bueno, espero que ahora sí! Porque las mujeres llevan 232 años esperando por la igualdad en este país, y les han fallado. Los legisladores han bloqueado la aprobación de la Enmienda de Igualdad de Derechos durante décadas. Pero ya nos cansamos de esperar”.


La congresista demócrata por California Jackie Speier está a la cabeza del nuevo impulso para aprobar la Enmienda de Igualdad de Derechos. Ella propuso la Resolución Conjunta de la Cámara de Representantes n.º 38, que de forma legislativa anula un plazo arbitrario para la ratificación de la enmienda, establecida en 1972, que requería la ratificación dentro de los 10 años. Después de pasado el plazo en 1982, y bajo el ataque del gobierno de Reagan, los esfuerzos para aprobar la ERA disminuyeron. Speier sostuvo en la audiencia: “Necesitamos la ERA para poder unirnos al resto de los países industrializados del mundo, para poder alcanzar plenamente nuestro potencial económico y social. Ya no nos vamos a permitir quedar relegadas. Necesitamos la ERA ahora mismo”.


La Enmienda de Igualdad de Derechos establece que “las mujeres tendrán los mismos derechos en Estados Unidos y en todos los lugares sujetos a su jurisdicción. La igualdad de derechos en virtud de la ley no debe ser negada ni limitada por Estados Unidos ni por ningún estado por motivos de género”. Este texto fue aprobado por el Congreso en 1972 y presentado a todos los estados del país para su ratificación; se necesitaba la aprobación de 38 estados. Treinta estados lo ratificaron rápidamente. Varios estados más se unieron a lo largo de esa década. Nevada ratificó la enmienda en 2017 e Illinois hizo lo propio en 2018, llevando el total a 37 estados.


Si un estado más vota la ratificación de la Enmienda de Igualdad de Derechos, y si la resolución de Speier se aprueba, eliminando el plazo para la ratificación, la ERA se convertirá en la Enmienda 28 de la Constitución.


Kathleen Sullivan, exdecana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Stanford, también habló en la audiencia del Congreso. La académica señaló acerca de la Constitución de Estados Unidos: “[Es] la única Constitución de entre las de los principales países del mundo que carece de una disposición que declare la igualdad de hombres y mujeres. Y ahora es la oportunidad de corregir esa omisión, esa mancha, esa vergüenza de nuestra Constitución, mediante la ratificación por solo un estado más de la enmienda de 1972. Solo para dar algunos ejemplos, la Constitución francesa establece que la ley les garantiza a las mujeres derechos iguales a los de los hombres en todos los ámbitos. La Constitución alemana establece que hombres y mujeres tienen los mismos derechos y que nadie será discriminado ni favorecido por su género. La Constitución india establece que el Estado no discriminará a ningún ciudadano por motivos de género. Y toda constitución escrita promulgada desde la Segunda Guerra Mundial contiene una disposición sobre la igualdad de género”.


Una encuesta recientemente publicada por la Coalición ERA/Fondo para la Igualdad de las Mujeres halló que el 94% de la opinión pública estadounidense respalda la garantía constitucional de igualdad para hombres y mujeres, y que el 80% pensaba erróneamente que ya estaba garantizada. Un buen recordatorio de que no es así es el llamado “Día de la igualdad salarial”, que indica hasta qué día del año en curso tiene que trabajar una mujer para ganar lo que un hombre recibió durante el año anterior. En promedio, las mujeres estadounidenses llegaron en 2019 a la igualdad salarial el 2 de abril. Pero las mujeres de color tienen que trabajar mucho más tiempo. Para las mujeres latinas, este año la fecha caería el 20 de noviembre, casi un año más de trabajo para ganar lo que obtiene un hombre en un año. La brecha salarial es solo uno de los problemas que la ERA ayudaría a eliminar.

Varias generaciones de mujeres y sus aliados han luchado por esta enmienda, desde las sufragistas que lograron el derecho al voto de las mujeres en 1920 hasta las feministas de las décadas de 1960 y 1970. Con más de cien mujeres electas para el Congreso por primera vez en la historia de Estados Unidos, con millones de personas que participan en las Marchas de las Mujeres en todo el país y con el poderoso movimiento #MeToo que enfoca la atención mundial en el abuso sexual sistémico, ya es hora de que Estados Unidos apruebe la Enmienda de Igualdad de Derechos.

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