Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Redes Sociales | Vida | Jóvenes
Entender la vida como una confrontación permanente es algo terrible. Supone enfrentarse a cada una de las facetas de la realidad con un pensamiento dicotómico

Equidistancia

|

Si me vuelven a llamar “equidistante” en alguna red social me voy a plantear seriamente querellarme contra la sociedad española en su conjunto.


Me resulta agotadora la forma de interpretar las diferencias que tenemos los españoles. No sé si este fenómeno es extensible a ciudadanos de otras nacionalidades porque no tengo la suficiente energía vital para intentar llevar más allá de las fronteras españolas mis discrepancias políticas.


Las redes sociales, como espacio muestral que son, representan perfectamente esto de lo que estoy hablando.

En España, salvo muy honrosas excepciones, ni sabemos ni nos gusta debatir. Vemos todo en términos de confrontación y eso, supone nos supone una limitación a la hora de crecer como sociedad además de unos gastos absurdos de energía y pasión que podrían estar dedicados en alguna actividad muchísimo más constructiva y desde luego, mucho más reconfortante a nivel personal.


Entender la vida como una confrontación permanente es algo terrible. Supone enfrentarse a cada una de las facetas de la realidad con un pensamiento dicotómico que nos lleva a necesitar situarnos siempre bajo el paraguas de un grupo de personas con el que sentirnos identificados y asumiendo como propio su sistema de valores aún cuando no coincida plenamente con el nuestro.


Nos horrorizamos cada día cuando tenemos noticia de los casos de acoso que sufren los niños en los colegios e institutos. Nos echamos las manos a la cabeza y nos quejamos de como está el mundo cuando sabemos que un grupo de chavales se han juntado en una pandilla de matones y se han dedicado a maltratar a algún otro por considerarlo diferente o más débil.


Y ahora es cuando no puedo evitar pensar en las tertulias de televisión, en los medios divididos en dos bloques en la interpretación de cualquier noticia y en las peleas entre partidos y me planteo, ¿de dónde habrán aprendido estos chavales de hoy en día eso de que hay que machacar a aquel que es, se comporta u opina diferente?


Los niños no ejercen nunca comportamientos que no hayan visto antes en algún sitio, funcionan por pura imitación. Ahora los adultos tenemos que decidir si queremos admitir que este comportamiento nos lo están copiando a nosotros o si realmente somos unos hipócritas que prefieren seguir peleando en grupo contra los que consideramos “el enemigo” y luego santiguarnos al ver el siguiente caso de acoso escolar.


El pensamiento dicotómico este que tanto defienden la mayoría de los españoles, obliga a tomar parte por un grupo, hacerse un carnet de socio de por vida y permanecer leal a él aunque el comportamiento o los postulados de dicho grupo te produzcan ganas por momentos, de darte de cabezazos contra el primer poste de la luz que te encuentres mientras vas caminando por la calle.


Y si eres de esos seres que no tienen por norma la de adscribirte a un grupo, si funcionas de acuerdo a tu sistema propio de valores que te llevan a posicionarte en cada caso en función de tu propio radar de lo que es justo, entonces te llamarán equidistante.


Equidistante porque no quieras convertirte en un ser gregario.

Equidistante porque decides no militar en ninguna pandilla como cuando tenías 15 años.

Equidistante porque tener tu propia opinión y no seguir la de ningún código que no sea el tuyo.

Equidistante por pretender poder dialogar con todo el mundo, y abierto aprender, de cualquier ser humano que te encuentres por la vida.

Equidistante porque no quieras ver a nadie como “el enemigo” aunque piense radicalmente a ti.


Y yo me pregunto, ¿Cómo diablos puedes ser equidistante de nada cuando en cualquier conflicto terminan por pelearse todos contigo por no tomar la posición que ellos quieren que tomes?

Equidistancia

Entender la vida como una confrontación permanente es algo terrible. Supone enfrentarse a cada una de las facetas de la realidad con un pensamiento dicotómico
Iria Bouzas Álvarez
viernes, 16 de noviembre de 2018, 07:12 h (CET)

Si me vuelven a llamar “equidistante” en alguna red social me voy a plantear seriamente querellarme contra la sociedad española en su conjunto.


Me resulta agotadora la forma de interpretar las diferencias que tenemos los españoles. No sé si este fenómeno es extensible a ciudadanos de otras nacionalidades porque no tengo la suficiente energía vital para intentar llevar más allá de las fronteras españolas mis discrepancias políticas.


Las redes sociales, como espacio muestral que son, representan perfectamente esto de lo que estoy hablando.

En España, salvo muy honrosas excepciones, ni sabemos ni nos gusta debatir. Vemos todo en términos de confrontación y eso, supone nos supone una limitación a la hora de crecer como sociedad además de unos gastos absurdos de energía y pasión que podrían estar dedicados en alguna actividad muchísimo más constructiva y desde luego, mucho más reconfortante a nivel personal.


Entender la vida como una confrontación permanente es algo terrible. Supone enfrentarse a cada una de las facetas de la realidad con un pensamiento dicotómico que nos lleva a necesitar situarnos siempre bajo el paraguas de un grupo de personas con el que sentirnos identificados y asumiendo como propio su sistema de valores aún cuando no coincida plenamente con el nuestro.


Nos horrorizamos cada día cuando tenemos noticia de los casos de acoso que sufren los niños en los colegios e institutos. Nos echamos las manos a la cabeza y nos quejamos de como está el mundo cuando sabemos que un grupo de chavales se han juntado en una pandilla de matones y se han dedicado a maltratar a algún otro por considerarlo diferente o más débil.


Y ahora es cuando no puedo evitar pensar en las tertulias de televisión, en los medios divididos en dos bloques en la interpretación de cualquier noticia y en las peleas entre partidos y me planteo, ¿de dónde habrán aprendido estos chavales de hoy en día eso de que hay que machacar a aquel que es, se comporta u opina diferente?


Los niños no ejercen nunca comportamientos que no hayan visto antes en algún sitio, funcionan por pura imitación. Ahora los adultos tenemos que decidir si queremos admitir que este comportamiento nos lo están copiando a nosotros o si realmente somos unos hipócritas que prefieren seguir peleando en grupo contra los que consideramos “el enemigo” y luego santiguarnos al ver el siguiente caso de acoso escolar.


El pensamiento dicotómico este que tanto defienden la mayoría de los españoles, obliga a tomar parte por un grupo, hacerse un carnet de socio de por vida y permanecer leal a él aunque el comportamiento o los postulados de dicho grupo te produzcan ganas por momentos, de darte de cabezazos contra el primer poste de la luz que te encuentres mientras vas caminando por la calle.


Y si eres de esos seres que no tienen por norma la de adscribirte a un grupo, si funcionas de acuerdo a tu sistema propio de valores que te llevan a posicionarte en cada caso en función de tu propio radar de lo que es justo, entonces te llamarán equidistante.


Equidistante porque no quieras convertirte en un ser gregario.

Equidistante porque decides no militar en ninguna pandilla como cuando tenías 15 años.

Equidistante porque tener tu propia opinión y no seguir la de ningún código que no sea el tuyo.

Equidistante por pretender poder dialogar con todo el mundo, y abierto aprender, de cualquier ser humano que te encuentres por la vida.

Equidistante porque no quieras ver a nadie como “el enemigo” aunque piense radicalmente a ti.


Y yo me pregunto, ¿Cómo diablos puedes ser equidistante de nada cuando en cualquier conflicto terminan por pelearse todos contigo por no tomar la posición que ellos quieren que tomes?

Noticias relacionadas

Hace ahora cuatro años se declaraba en España, como en casi todo el mundo, el estado de alerta y se cerraba una gran parte de la actividad económica por la expansión de un coronavirus que comenzaba a provocar docenas de miles de muertos. Hace ahora cuatro años, la oposición de derechas decía que en España gobernaba “el peor gobierno de la historia democrática”.

Bitácora de futuro. Este tema que, quede escrito para los anales de la historia y la conciencia universal, y todos lo que he escrito en los diversos Periódicos y Diarios del mundo y todos mis libros. Vivir por nada o morir por algo, ese es el lema. En consecuencia, cada país tiene sus normas. El gobierno de EEUU., debería estar claro que, es un país más del planeta.

Aunque la historia se remonta a varias décadas anteriores, en España, la conmemoración del “Día del Padre”, parece que encuentra su origen en 1948. Fue la maestra Manuela Vicente Ferrero, quien propuso que el 19 de marzo, coincidiendo con el día de San José, padre adoptivo de Jesús según la tradición cristiana, se rindiese homenaje a la figura paterna, reconociendo así su importancia en la formación de la familia y su papel en la sociedad.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto