Natural, natural, es un concepto amplio, de ricas expresiones, de evolución espontánea. Bondades, maldades, vida, muerte, pasiones, vegetación, animales, la materia inorgánica; son algunas manifestaciones de lo dicho. Los ingredientes participan en una realidad EFERVESCENTE de principios enigmáticos, de mecanismos asombrosos en gran parte desconocidos. En este ambiente movidito aparece la raza humana como elemento introductor de enormes complejidades; aunque empequeñecidas entre la inmensidad de las relaciones cósmicas. Las personas configuran un sesgo de rasgos peculiares, también inmersos en el dinamismo evolutivo; con una cuota de creatividad delimitada, pero evidente.

Como consecuencia, surge el conjunto de modificaciones causadas por los seres humanos, de la sucesión interminable de los artificios, llenos de diestras intervenciones meritorias junto a torpezas impropias de su condición.. Un conjunto definido por la DISPARIDAD de enfoques, que cambian su sentido final abierto a las disquisiciones derivadas Disyuntivae los razonamientos. Permanecemos envueltos en ls múltiples y variadas participaciones. Si de algo estamos seguros es de esa falta de uniformidad enriquecedora, pese a los intentos en contrario. Son muchos los puntos de partida, las experiencis de paso y las llegadas. El destino se mantiene en un mutismo insalvable.

En ese brote continuado de las intervenciones humanas, una de las principales adquisiciones asienta sobre la capacidad VALORATIVA de las personas, sea como elementos aislados o sea como colectivos. Esa distinción de las cosas convenientes para uno en particular o para el grupo, para la especie o para el mundo en general. Eso en el caso de una separación tan esquemática de los intereses; porque a nadie se le escapa la imbricación de todas las tendencias mencionadas. Dada por existtente esta capacidad calibradora, no equivale a su uso en la práctica habtual; como tampoco a la oportunidad en las complejas circunstancias. La valoraión es una habilidad entreverada de actitudes contradictorias.

De lo dicho se infiere la separación nítida entre los hallazgos implantados por la vía natural y las consecuciones derivadas de la actividad humana, lo que viene dado y lo conseguido. Distinción evidente, pero con frecuencia puesta en cuestón, incluso combatida. O dicho de otro modo, puestas en confrontación hasta extremos inauditos, como si fuera imposible la existencia simultánea de ambas realidades Entrando en discusión cual predomine sobre la otra, hasta qué punto y con qué justificación. Son DERIVACIONES cruciales de difícil ensamblaje, una vez activados los factores de diversa procedencia. Suponen un conflicto exisencial permanente, siempre abierto a nuevas consideraciones.

Partimos de una Naturaleza caracterizada por tensiones constitutivas, sin ellas hablaríamos de otra entidad. Y las tensiones son presiones ejercidas desde procedencias múltiples. El objetivo de los equilibrios duraderos requiere conquistas laboriosas. Solemos reclamar el derecho a muchas cosas, hablamos menos de aquello a lo que no tenemos derecho. Comprobando la dificultad para los equilibrios. El concepto básico del DERECHO es un claro ejemplo de esa conquista siempre pendiente en mayor o menor grado. El fondo natural abigarrado es una presencia viva, pero sin garantías,; de ahi la exigente labor refexiva orientadora de la práctica, para el logro de una cierta estabilidad.

Veamos sino las evoluciones a partir de la declaración de los Derechos Humanos. Se inicia con la proclamación de la VIDA como el incuestionable principio sin discusión. Pero, la Naturaleza no provee de reglamentos rígidos; una vez en el mundo, el establecimiento de fijaciones es incongruente. De hecho, la consideración de la vida recorre todo el espectro de posibilidades al servicio de las posiciones adoptadas por los grupos e individuos. Desde los más acérrimos defensores de la vida como bien primordial, hasta quienes no cuentan para nada con la mínima consideración de tal derecho. Los ejemplos cotidianos demuestran el carácter continuado de su defensa, sometida a versiones agresivas.

Con la que estamos soportando de trampas enrevesadas, maldades y tergiversaciones, en una extensión ubicua, diríamos que avasalladora; nadie dudará del carácter esotérico de la JUSTICIA, no es de este mundo. La multiplicidad de versiones establece vericuetos sin fin. Partiendo de esa realidad, el logro de pequeños oasis equilibristas exige claridad de ideas, requiere voluntades tenaces, necesita de otros conceptos de apoyo, como la reflexión sobre conceptos decisivos, como la veracidad o la responsabilidad. El empeño ha de ser enérgico si tenemos en cuenta las dificultades ambientles Sin el arrojo combativo para lograrla, el simulacro no pasa de ser un simple decorado.

De manera tangencial con el asunto del párrafo anterior, cuando se generalizan las libertades no muy bien entendidas, las opiniones manifestadas pugnan entre la libertad y sus limitaciones. La LIBERTAD de EXPRESIÓN puede convertirse en un nuevo absolutismo intolerable si no le damos un sentido mas ecuánime. Las legislaciones resultan insuficientes ante la ciudadanía desplegada en sectores diversos, sin la colaboración de la gente serán letra inútil..Demasiados frentes están abiertos por los abusones, convirtiéndose en una muralla insalvable para los más débiles, las ramificaciones del poderío dificultan las aspiraciones lógics del ciudadano medio, cuyas reivindicaciones son desdeñadas.

De tal manera, se multiplican las fórmulas de dominio, con estrategias encubridoras. Las falsedades cobran consistencia impunemente. Los asuntos son tratados con argumentos numéricos, de dinero, capitostes, monopolios informativos, repetición rimbombante de ideas estúpidas o simples banalidades distractoras. Al cabo de todo ello, qué sabemos de la cuestión a dilucidar, qué responderemos si fallan las premisas introductorias. Lo vemos en el tratamiento dado a los movimientos MIGRATORIOS. Aparecen hipocresías esquizoides entre declaraciones y actuaciones; respuesta europea, actitudes xenófobs, ausencia de planteamientos previos concienzudos, medios disponibles, etc. El reto es mayúsculo y sigue en pie.

Además de la incertidumbre constitutiva de la vida humana, hemos de contar con las intemperancias añadidas de motu propio por los individuos en particular , pero sobre todo por las nefastas agrupaciones con tendencia al olvido de las personas sufridoras, de las secuelas derivadas de sus actuaciones grupales. La actitud de CONQUISTA representa un requerimiento crucial ante el panorama general, más aún si consideramos las dificultades naturales como las catástrofes o las enfermedades, que también podemos empeorarlas como estamos observando en directo. Viene a ser como la humildad enfrentada a las soluciones pretendidamente contrastadas, llenas de orgullos, despreocupadas de sus deficiencias; pero caídas como losas pesadas sobre crédulos, pasivos y gente debilitada.