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Prosa poética

​Cae la lluvia

Llueve y deja de llover, pasará hasta la medianoche, lloverá y entonces ¿qué?, nada, que llueva, que me quedo dormida viendo las series de acción de televisión, entre las olas tempestuosas de sentirme vieja e indecisa, pero con suerte, también.

Despierta

En el fondo oscuro un punto blanco se hace más grande. Tránsito vertiginoso, todo es luz. La luz inmensa se reduce.

Sácame de tu vientre

Quince minutos antes de la una de la madrugada y ni una sola línea escrita en la pantalla. Las notas minimalistas de Max Richter se escuchan al fondo. Los minutos avanzan, el segundero del viejo reloj de pared no tiene piedad conmigo. Intentos y más intentos, pero la pantalla sigue en blanco.

Espero poder reír

Más amor, menos odio por siempre entre nosotros. Debo asumir mi vida y reconocer la dicha, los días alegres del colegio de Campo Alegre, las excursiones, los ejercicios en el Parque del Este, las visitas a los museos, los concursos y los intercambios de regalos...

​La gente se parece demasiado

Todos moriremos; es ley de vida hacerlo, no soy la bella mañana, no deseo la venganza ni el rencor ni un altar lleno de flores, deseo morir en paz. Soy normal como cada cual, olas del mar, dulce perfume, fresco y rico olor me arroparán para demostrar mi tesis. Cantaré al amor, si no lo he hecho ya.

​Paseo silencioso

Ombligos de Venus. Los conocí, parecen cactus sin pinchos, de ahí no sale la miel, pero que bonitos son, ombliguitos verdes, de grupo en grupo divididos, gruesitos y con textura y sin picarme. Son buenos, dulces y agradables, los conocí en el Monte de San Pedro, quien me diera volver a verlos para contar sus hojitas.

¡Años cuarenta!

Abrazados, calcetines contra calcetines, ladrillos calientes individuales... tres en una cama... con un colchón de los antiguos... dormíamos como lirones y nos levantábamos corriendo a tomar la leche aguada con pan duro del día anterior... ¡siempre corriendo, discutiendo y sonriendo!

​Y la vida me contestó

Con el paso de los años se va perdiendo el registro exacto de los hechos, tanto en el ámbito social como en el individual, de ahí la importancia de la Historia como ciencia. No obstante que el recuento del pasado debe transitar por diferentes tamices, el resultado no está exento de acalorados debates y acérrimas controversias.

Viajo a Castellón

¿Cómo hay que ser?, a mí que no me lo pregunten. Yo soy como quise ser. Nada más. Creo firmemente en que seas como seas no debes hacer daño. Todos debemos ser respetados de la forma en que hemos decidido actuar, vestir, peinarnos, y en definitiva, andar por la vida. Me gusta viajar, es algo maravilloso, el día tres de febrero voy a Castellón, son diez horas de viaje en autobús, pero creo que merecerá la pena.

Vivir bajo el hermoso sol rojo

Sintiendo un frío de muerte que me rodea queriendo apoderarse de mí. Vivir así, con protección y sin ella también, como quien anda sin estrella a pesar de haber nacido en un amanecer glorioso.Vivir sufriendo por lo que se es, vivir sin querer mirar atrás y deseando tener un hermoso futuro que, sin embargo, tarda demasiado.

​Párrafos que no irán a ninguna parte

La pistola blanca… No provocaba heridas, pero transformaba almas. Esa pistola era magia. La poseía un poeta y gastaba todas sus balas, nadie sabe si esa historia fue real o fantasía, un invento que contaban las vecinas de allá arriba. 

Incomunicación

Tomando manzanilla y tila espero salir de mi situación, de estas altas montañas y volar lejos, con taza de porcelana deseo despegar, irme con la imaginación... no llegar a la desesperación.

Vive con alegría e inmensa gratitud

“El buen vivir es la prefiguración de una muerte en paz”. En nuestros días  nos encontramos  ante diversas situaciones que nos abruman y hacen del existir una impermanencia perenne donde todo  es cada vez más una levedad que se olvida como las hojas secas llevadas al espacio por el viento, sin saber cuán grande es la profundidad e inmensidad de una vida que se va.

Una estrella en el camino

Estrella pasajera… me vigila, yo la llamo peregrina, es más brillante que las otras, es más radiante, grande. Me enamora con sus halos de luz, blanca su esencia y asombrosa, esplendorosa y armoniosa, cariñosa, eficaz en el cometido.

Gata Minia Gregoria

Minnie Gregoria tiene once años y en mayo cumple los doce, le falla el hígado y un riñón no le funciona bien, pero la virgen de Fátima y el doctor José Gregorio Hernández Cisneros le darán una mano o un brazo o lo que le haga falta, se salvará, vaciará su riñón y celebraremos un año más el cumpleaños con ella entre nosotras. No es la primera vez que le ayudan a seguir viviendo. Eso está hecho y no hay más que hablar.

Llueve

Me duele, me duele tanto, es el dolor que me anuncia el fin de esta vida, que fue mía. No sé bien lo que me queda, pero por lo mal que estoy será pronto, se acerca la hora de mi partida y debo hacer las maletas.

​La lluvia

Llueve y deja de llover, pasará hasta la medianoche, lloverá y entonces ¿qué?, nada, que llueva, que me quedo dormida viendo las series de acción de televisión, entre las olas tempestuosas de sentirme vieja e indecisa, pero con suerte, también.

«Desgraciadamente, no podría haber escrito este libro si el dolor que muestra no fuera real»

S. F. González es una escritora que ha iniciado su trayectoria con un libro de poesía y prosa poética titulado Lágrimas en barcos de papel. Es una edición muy cuidada, con una maquetación llena de ilustraciones que se puso a la venta el 23 de febrero de 2023 y que está llegando hasta el corazón de los lectores.

​Wabi-sabi

¿Necesitas en tus manos sostener la llave o la estrella para volver a ser? La tienes. Deja que el bosque se queme y los pensamientos regresen a casa. Las ramas que se quebrantan fácilmente nunca existieron. Siente el olor que perdura en los campos del dolor, ¿lo reconoces?

Las multitudes son una trampa

No son necesarios los detalles, cada uno se desvanece en la oscuridad del cementerio. En bolsas negras se marchan los cuerpos, con soledad y silencio de espantos. Sin el adiós ni la lágrima que refresque el ataúd, donde se van los sueños.

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