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Hoy este rincón lo destino a hablar de un libro. Mi fascinación por él viene acompañada por la sorpresa, la de ser la primera obra de alguien que lleva toda la vida teniendo mucho que contar, y que al parecer siempre supo como hacerlo. Hay algo de fascinante en muchas operas primas, pero sin duda lo que más es la existencia en ellas de un estilo tan personal que parece más propio de una obra de madurez, de esas en las cuales los autores compendian su carrera cuando quieren resumírsela a los iniciados.
Sí, la pantalla será el gran tema alrededor del cual gire este libro. Puede que el lector esté también cansado de leer críticas hacia nuestros nuevos dispositivos que, muchas veces, son representados como demoníacos y, sin duda, tienen sus cosas buenas. Es indudable de que la tecnología nos ha dado muchas ventajas, pero hay que pensar, sobre todo, a cambio de qué.
La obra disponible en la red de librerías de El Corte Inglés, Beta, Amazon y otras plataformas de venta online ha sido destacada por la crítica como una lucida propuesta perspectivista sobre los cambios, retos y desafíos que la sociedad actual tendrá que llevar a cabo para enfrentar un futuro de progreso y bienestar óptimo, sin caer en el colapso al que en la actualidad parecer encaminada una humanidad insostenible en sus modelos de desarrollo económico y productivo.
En este gran libro aparecen reflexiones y consideraciones llenas de ingenio y densidad. Es todo un mundo lo que se nos presenta en sus artículos que forman un continuo, aunque pueden leerse por separado y siguen poseyendo un sentido completo por sí mismos.
Desde la abdicación del Rey Juan Carlos I hasta nuestros días, la realidad sociopolítica de España es distinta. La ruptura del bipartidismo, la cuestión monárquica, la violencia de género, la corrupción, las políticas de austeridad, la irrupción de nuevos partidos y, la cuestión catalana son hechos - entre otros - que nos sirven para comprender y vehicular el presente.
Antonio, he titulado esta entrevista con la contundente frase que te escuché decir hace un par de años mientras sujetabas un voluminoso libro, de tus obras completas, escogiendo el primer poema a leer. Dijiste eso, y la gente sonrió, como siempre en tus lecturas.
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