MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) alertó este miércoles sobre los riesgos para la salud asociados a la exposición al humo de los incendios que están asolando buena parte de España. Por ello, recomendó usar mascarillas N95 o FFP2 y "extremar precauciones" incluso días después de extinguidos los fuegos.
Lo hizo en un comunicado en el que alertó de que estos incendios están causando "las mayores emisiones de carbono registradas en España desde al menos 2003, situando al país en una situación especialmente grave".
En ese sentido, advirtió a la población acerca de los riesgos para la salud inherentes a la exposición al humo y expuso que los colectivos más vulnerables son los niños, las personas mayores, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
Separ explicó que el humo de los incendios contiene partículas finas, gases irritantes, como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, y otras sustancias tóxicas.
La exposición a los contaminantes antedichos, según esta entidad, "puede causar efectos agudos que van desde la irritación ocular, nasal y de garganta, la tos o la dificultad para respirar, hasta crisis de asma, broncoespasmos severos, infecciones respiratorias o descompensaciones en pacientes con enfermedad respiratoria crónica".
PERSONAS VULNERABLES
También, continúa Separ, "se ha comprobado que en personas vulnerables puede aumentar la mortalidad cardiovascular y respiratoria", indicando que "incluso los individuos sin patologías previas pueden experimentar disminución de la función pulmonar o dolor torácico como consecuencia del contacto con el humo".
En el caso de los niños, los neumólogos pusieron de manifiesto que representan un "grupo de especial riesgo", ya que "su sistema respiratorio aún es inmaduro y, al respirar más aire por kilo de peso que los adultos, inhalan proporcionalmente una mayor cantidad de contaminantes".
Respecto de las personas mayores, "su sistema inmune y respiratorio se encuentra más debilitado, lo que dificulta la capacidad de respuesta frente a la agresión de las partículas y gases presentes en el humo"; mientas que en las mujeres embarazadas "la exposición al humo se ha asociado con un mayor riesgo de parto pretérmino y de que el bebé nazca con bajo peso, lo que refuerza la necesidad de extremar la prevención en este grupo".
Separ también aconsejó a las personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares "no suspender bajo ningún concepto la mediación de base, mantener siempre a mano la medicación de rescate, como inhaladores de salbutamol, y vigilar de cerca la aparición de síntomas como tos, sibilancias o dificultad respiratoria".
Siempre que este indicado, la entidad consideró "útil" llevar a cabo controles con el medidos de flujo espiratorio máximo, evitar los desplazamientos a zonas con humo y, en el caso de que sea necesario, ir a centros de evacuación que cuenten con sistemas de filtración de aire.
Por todo lo anterior, Separ sugirió permanecer en interiores con ventas y puertas cerradas, utilizar sistemas de filtración de aire, como el aire acondicionado en modo recirculación o purificadores con filtros HEPA, y, en caso de tener que salir al exterior, usar mascarillas N95 o FFP2, puesto que las quirúrgicas "no filtran las partículas más finas". Sobre este último caso, los neumólogos precisaron que las mascarillas "no garantizan una protección total frente al humo, por lo que es fundamental extremar las precauciones".
También señaló la pertinencia de "mantener una adecuada hidratación para proteger las vías respiratorias y evitar la actividad física al aire libre", puesto que "el esfuerzo incrementa la inhalación de contaminantes". Esta última recomendación ha de mantenerse los días posteriores a la extinción de los incendios, debido a que "las partículas en suspensión permanecen en el aire y siguen representando un riesgo para la salud".
EMERGENCIA "SILENCIOSA"
Separ observó que ante los casos leves derivados de la exposición al fuego hay que "alejarse de la zona contaminada, descansar en un ambiente limpio y mantenerse hidratado"; si los síntomas son moderados hay que recurrir a "la medicación de rescate en caso de tenerla prescrita y consultar lo antes posible a un servicio de salud"; y si las señales son graves se debe "acudir de inmediato a un servicio de urgencias o llamar a emergencias".
Por último, Javier de Miguel, neumólogo y miembro de Separ, reseñó que "los incendios que se están viviendo en España están provocando una situación de emergencia sanitaria silenciosa, que afecta tanto a quienes tienen enfermedades crónicas como a personas sin antecedentes médicos", por lo que resulta "fundamental que la población actúe con prudencia y siga las recomendaciones de los especialistas para minimizar el impacto del humo en la salud".
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