MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
El recibo de la electricidad de un hogar medio acogido al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), la tarifa regulada, ronda los 28 euros en lo que va del mes de agosto, lo que supone un descenso del 2,5% con respecto al mismo periodo del mes de julio, cuando costó 28,60 euros.
Así lo refleja el simulador de la factura de la electricidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que indica que con respecto a estos días de agosto de 2024, cuando alcanzó los 27,30 euros, la factura se encarece un 2%, incremento que se explica porque el IVA era del 10% hace un año y del 21% ahora.
En comparación con el año anterior, la luz sigue subiendo como viene ocurriendo desde noviembre, aunque de forma mucho menor. De hecho, en meses como febrero llegó a alcanzar el 60%. Desde entonces, en marzo ya se atenuaron las subidas con un incremento del 27,5% y entre mayo y julio fue algo superior al 10%.
En términos mensuales la luz baja levemente en la línea de julio, que terminó con un ligero repunte del 0,9%. Antes subió un 11,4% en junio y un 5,1% en mayo, después de que bajara en abril un 12,6% y un 18,3% en marzo tras el pico de febrero, que fue el mes más caro desde 2022. Antes, bajó por última vez en septiembre.
La nueva PVPC que entró en vigor en 2024, tarifa que sigue siendo exigida para acogerse al bono social, incorpora una prima de riesgo para cubrir a las compañías comercializadoras ante la posibilidad de que los precios sufran grandes subidas con respecto al coste al que fueron contratados con anterioridad.
El grueso de la reforma es que la nueva fórmula de cálculo del PVPC incorpora una cesta de precios a medio y largo plazo para evitar las fuertes oscilaciones, sin perder las referencias de precios a corto plazo que fomentan el ahorro y el consumo eficiente. De hecho, mantiene los horarios de las tarifas punta, llano y valle.
Para evitar fuertes oscilaciones del precio, el nuevo sistema reduce progresivamente la vinculación del PVPC al mercado diario teniendo en cuenta los precios más estables que ofrecen los mercados a plazo, donde se adquiere energía con antelación en distintos horizontes temporales futuros. De esta manera, la proporción de vinculación con el precio del pool se irá reduciendo progresivamente, para incorporar las referencias de los mercados de futuros, de modo que éstos representen el 25% en 2024, el 40% en 2025 y el 55% a partir de 2026.
Estas referencias de precios a los mercados a plazo, a su vez, estará integrada por una cesta de indicadores con distinto horizonte temporal. En concreto, el 10% corresponderá al producto mensual, el 36% al producto trimestral y el 54% al producto anual.
Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4 kW y una demanda anual de 3.240 kilovatios hora (kWh).
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