MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
La tradicional lluvia de meteoros de las Perseidas, también conocidas como Lágrimas de San Lorenzo, vivirá esta noche su "momento de mayor actividad", cuando podrán observarse hasta 50 estrellas fugaces por hora en "zonas oscuras y sin contaminación lumínica" durante la madrugada del martes al miércoles.
Según informó el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), la actividad ya comenzó en la segunda mitad de julio, cuando se han podido ver "entre una y dos estrellas fugaces por hora". En los últimos días ha ido aumentando esa cifra y esta noche llegará el mejor momento para disfrutar de ellas en aquellas zonas donde haya menos iluminación.
Las Perseidas son fragmentos del cometa 109P/Swift-Tuttle, que deja tras de sí una larga estela de polvo y partículas cada vez que se aproxima al Sol. La Tierra cruza anualmente esa corriente de restos entre mediados de julio y finales de agosto. Al entrar en la atmósfera terrestre a velocidades superiores a 210.000 kilómetros por hora, estos fragmentos, llamados meteoroides, se calientan por fricción y se desintegran formando un brillante destello de luz: el meteoro o estrella fugaz.
Desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía destacaron que "no se necesita telescopio ni material especializado" para disfrutar del evento. Basta con "mirar al cielo desde una zona oscura y libre de luces artificiales", preferentemente en "las horas previas al amanecer". El punto desde el que parecen provenir los meteoros, el denominado "radiante", se sitúa en la constelación de Perseo, visible tras el anochecer.
Además, algunas Perseidas también "impactarán contra la superficie de la luna", que carece de atmósfera y no puede frenar los meteoroides. Los impactos, que pueden alcanzar una temperatura de hasta 5.000 grados centígrados, "generan pequeños cráteres" y destellos visibles con telescopios especializados. No obstante, en 2025, la mayoría de estos impactos "tendrán lugar en la cara oculta de la luna", por lo que su observación desde la Tierra "será improbable".
La contaminación lumínica, sin embargo, sigue siendo "uno de los mayores enemigos de este tipo de fenómenos astronómicos". El exceso de iluminación artificial "impide ver las Perseidas más tenues" y "reduce significativamente la experiencia". Por ello, El Instituto de Astrofísica de Andalucía recomendó "desplazarse a zonas alejadas de núcleos urbanos para disfrutar de la belleza natural del cielo nocturno".
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