MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Real Jardín Botánico (RJB), que forma parte del proyecto Myxotropic, constató que las amebas tecadas, que se localizan en agua dulce, musgos suelos húmedos, también colonizan aguas saladas como los salares sudamericanos o los salobrales de Castilla-La Mancha.
En el trabajo, publicado en la revista 'Environmental DNA', se analizaron lagunas saladas de España y de Chile, principalmente en la región de Atacama y los salares andinos.
Las Arcellinida son un tipo de amebas que se caracteriza por tener una concha, como un caracol. Esta concha puede tener muchas formas, según la especie, y en menor medida en función de sus condiciones de crecimiento.
El investigador del RJB-CSIC Fernando Useros explicó que se encontraron 220 especies de Arcellinida en lagunas saladas. De esas 220, únicamente siete se encontraron también en muestras de agua dulce. Además, la gran mayoría de ellas, casi un 90%, se encontraron en un único lugar, lo que indica que "estas lagunas tienen un alto nivel de endemismo".
El equipo investigador ya había estudiado en 2023 lagunas saladas que se encuentran en los municipios de Pétrola (Albacete) y Ocaña (Toledo). En estos lugares descubrireron cuatro nuevas especies, dos en cada uno de estos territorios. Sabiendo que Arcellinida había sido capaz de hacer esta transición a través de la 'barrera de la salinidad' en estos ambientes salinos, se realizó este estudio, con un mayor muestreo.
Estas especies de amebas se encuentran en distintos puntos del árbol evolutivo de los Arcellinida, lo que indica que hubo múltiples colonizaciones de estos ambientes salados por parte de organismos de agua dulce. Por ello, el siguiente paso es estudiar los genes implicados en estas diferentes adaptaciones lo que podría resultar "muy interesante", apuntó el científico del RJB-CSIC y director del proyecto Myxotropic, Enrique Lara.
Así pues, estos organismos llegaron a colonizar estos hábitats salados porque la salinidad y las condiciones adversas "no parecen afectarles", lo más probable es que la falta de competidores fuese algo clave en su proceso de diversificación. Este caso sucede también con animales como, por ejemplo, los crustáceos Anóstracos, que comparten estos hábitats con las Arcellinida y son ausentes en el mar, según añadió Lara.
El equipo investigador que estudió estos organismos y los hábitats en los que se encuentran considera "esencial e imprescindible" preservar estos ambientes y aseguró que la desaparición de estas lagunas y los organismos que las habitan supondría una "pérdida irreparable para la biodiversidad y el conocimiento científico".
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