MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof) recomienda preparar la medicación en vacaciones en función de la duración del viaje, usar recordatorios y recurrir a la ayuda del farmacéutico, ya que el verano es una época en la que se producen olvidos a la hora de tomar los medicamentos por cambios de residencia y hábitos sociales.
Según aseguró el Cgcof, la falta de adherencia a los tratamientos farmacológicos es un problema de salud pública de primera magnitud que debe tratarse desde una óptica global, en la que pacientes y profesionales sanitarios tienen un papel muy importante.
En verano, el cambio de rutinas que se produce durante las vacaciones puede hacer que esa adherencia terapéutica disminuya, afectando a la toma de medicamentos en horarios específicos.
Por ello, desde el Cgcof recomendaron que, antes de las vacaciones, se planifiquen los días que se van a pasar fuera de casa para llevar toda la medicación necesaria, sobre todo si el viaje es fuera del país.
Además, como las rutinas diarias se alteran en esta época del año, una buena medida es emplear un sistema de recordatorios o alarmas mediante el uso de alguna aplicación que recuerde la toma de la medicación. De esta forma, se evitan los olvidos por estos cambios de rutina.
MODO DE CONSERVACIÓN
Los farmacéuticos también aconsejaron llevar encima siempre una o dos dosis de cada medicamento, teniendo en cuenta que alguna medicación puede necesitar condiciones especiales de conservación. Hay que recordar que los medicamentos, de manera general, deben ser conservados en lugares frescos del domicilio y mantenerse dentro de su embalaje original. Esto implica no dejarlos a pleno sol en el coche, algo frecuente en esta época del año.
Igualmente recordaron la importancia de que los pacientes estén bien informados para prevenir las complicaciones derivadas de una mala adherencia en cada patología concreta, entre ellas, el fracaso terapéutico y la disminución del control de los problemas de salud, mayor probabilidad de recaídas y agravamiento de la patología, incremento de la morbimortalidad y aparición de efectos secundarios o intoxicaciones.
También puede empeorar la calidad de vida relacionada con la salud percibida por el paciente y aumentar el uso y coste de los recursos sanitarios. De hecho, la no adherencia le cuesta al Sistema Nacional de Salud 11.250 millones de euros anuales.
El Cgcof también insistió en fomentar el autocuidado y advertir sobre el consumo de ciertos alimentos y bebidas típicos de la temporada, como el zumo de pomelo, lácteos o alcohol, que pueden reducir la efectividad de los tratamientos o aumentar el riesgo de efectos secundarios al interaccionar con ellos.
ADHERENCIA TODO EL AÑO
En los países desarrollados, las tasas de adherencia se sitúan en el 50%, lo que revela el gran desafío sanitario que representa. Pero hay diferencias entre patologías. Así, los pacientes con hipertensión, diabetes y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) presentan, en general, valores bajos de adherencia, situándose en el 52, 56 y 41%, respectivamente.
Aunque no existen estudios que cifren el porcentaje de disminución de falta de adherencia en esta temporada, si ya se parte de cifras bajas, se estima que estas podrían ser inferiores en el periodo vacacional.
En este sentido, el Cgcof recordó el papel del farmacéutico en la adherencia a los tratamientos con la dispensación de inicio, que proporciona Información Personalizada del Medicamento (IPM) a través del Servicio de Dispensación.
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