MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
Un estudio internacional liderado por el Hospital Universitario de Bellvitge y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) ha comprobado que la presión por mantener una determinada imagen corporal y las exigencias de algunas disciplinas deportivas pueden afectar al bienestar emocional y provocar trastornos de conducta alimentaria (TCA).
Según informó el centro hospitalario, el estudio publicado en la revista 'Journal of Eating Disorders', analizó el impacto de estos factores en personas con TCA que practican deporte de élite.
La investigación, coordinada por el jefe de la Unidad de TCA del Servicio de Psicología Clínica de Bellvitge y colíder del grupo de investigación en Psiconeurobiología de los trastornos alimentarios y conductas adictivas del Idibell, el doctor Fernando Fernández-Aranda, identificó diferencias relevantes según el género.
Las mujeres que vivieron un TCA presentan niveles más altos de ansiedad, insatisfacción corporal e ideas suicidas, mientras que los hombres muestran menos preocupación por la imagen corporal, lo que puede dificultar la detección del trastorno.
"El deporte puede ser protector para la salud mental, pero también puede generar situaciones de vulnerabilidad, especialmente cuando se priorizan el rendimiento, el peso, la nutrición y la imagen corporal por encima del bienestar", aseguró el experto.
ACCIONES PREVENTIVAS
Por ello, "es fundamental implementar acciones preventivas que tengan en cuenta la realidad de las personas deportistas y las acompañen durante y después de su etapa profesional".
La práctica deportiva de alto nivel puede ofrecer beneficios para la salud mental gracias a su estructura, disciplina y al seguimiento médico. Sin embargo, cuando entran en juego factores como la obsesión por el peso, la exigencia extrema, la dieta restrictiva o la falta de apoyo tras finalizar la carrera deportiva, pueden aparecer conductas de riesgo y malestar psicológico.
Este estudio pone de relieve la necesidad de adaptar las estrategias de prevención y detección precoz de los TCA al ámbito deportivo, con un enfoque específico según el género y teniendo en cuenta la diversidad de situaciones personales.
REALIDAD INVISIBLE
Aunque los TCA se diagnostican más frecuentemente en mujeres, los datos indican que también afectan a hombres deportistas. Sin embargo, a menudo estos casos pasan desapercibidos, ya que las herramientas de detección no están adaptadas a sus manifestaciones específicas.
De hecho, advirtió el especialista, mientras que las mujeres pueden expresar deseo de perder peso, los hombres tienden a enfocarse en el aumento de masa muscular y la mejora del rendimiento deportivo.
"Es necesario revisar las herramientas de cribado para adaptarlas a las distintas formas que puede adoptar un TCA según el género, el contexto y el tipo de deporte", concluyó el doctor Fernández-Aranda.
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