MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
El Pleno del Congreso de los Diputados aprobará este martes una doble reforma del Reglamento de la Cámara, para, por un lado, ampliar los supuestos en los que los diputados podrán votar telemáticamente y, por otro, poder sancionar ciertas actitudes impropias de personas acreditadas como periodistas.
La reforma, firmada por todos los grupos parlamentarios menos el PP y Vox, modifica los artículos 82 y 98 del Reglamento. El primero se cambia para ampliar los supuestos en que se podrá votar telemáticamente, incluyendo el fallecimiento o la necesidad de cuidados de un familiar del diputado.
Por su parte, el segundo se modifica para constituir un Consejo Consultivo de Comunicación Parlamentaria, integrado por un miembro de cada uno de los grupos parlamentarios y por asociaciones de periodistas, y cuyo funcionamiento y régimen de adopción de acuerdos será regulado por la Mesa del Congreso.
Además, si sale adelante, la Mesa regulará el procedimiento para la concesión y renovación de credenciales a los medios, fijando una serie de requisitos para ello y sanciones para comportamientos como las descalificaciones, no respetar el turno en las ruedas de prensa o grabar en lugares no permitidos del Congreso.
Comenzaron el debate, para presentar sus enmiendas vivas, el PP y Vox. Todas ellas fueron rechazadas tras su votación en bloque, por 169 votos a favor, 175 en contra y una abstención, las del PP; y por 170 a favor y 177 en contra las de Vox.
Carmen Navarro, del PP, denunció que se reforma el Reglamento vetando enmiendas suyas con un criterio arbitrario y que el Gobierno y sus socios "tienen secuestrada la vida parlamentaria", con la Mesa del Congreso como "policía política" . Esta reforma, a su juicio, pretendería también "huir del control y debilitar el parlamentarismo".
Citando a los letrados, se quejó de que algunas tipificaciones "ambiguas" de las infracciones a castigar dejen la puerta abierta a arbitrariedades. Por último, criticó a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, por no haber ejercido sus funciones para controlar los incidentes entre periodistas y políticos, y concluyó que con la reforma todos quedan "sometidos a la Inquisición".
"NORMALIZAR LA AUSENCIA"
Respecto a la otra reforma del Reglamento, y como en la comisión del ramo, Navarro criticó también que con la extensión del voto telemático se permita "normalizar la ausencia" y se realice una "degradación" de la responsabilidad del diputado, con la posibilidad de que sesiones de la Mesa del Congreso se celebren telemáticamente.
Jacobo González-Robatto, de Vox, denunció que con esta reforma se "oficializa la censura" y se silencia a periodistas críticos acusados de "activismo ultra" para satisfacer a "palmeros" que cambiaron el micrófono por las "maracas". Sin embargo, celebró la existencia de las redes sociales para que la gente se pueda informar sin recurrir a medios de comunicación afines al Gobierno.
Bromeó que el nuevo Consejo Consultivo de Comunicación Parlamentaria comparte las siglas con las de la Unión Soviética en ruso (CCCP), y aseguró que el Gobierno sólo pretende "silenciar a quien no aplauda sus mentiras". Como ejemplo, puso que en Torre Pacheco se presentó, a su juicio, a los agresores como víctimas y a los vecinos como racistas.
En turno de fijación de posiciones, Joaquín Martínez Salmerón expuso en nombre del PSOE que con esta reforma se pretende reforzar la dignidad del Congreso, tanto por la extensión del voto telemático como por la regulación de las acreditaciones de prensa.
Espetó al PP que detrás de cada parlamentario "hay una persona" y que "la política no está por encima de la vida sino a su servicio", y que "no se limita el derecho a la información, sino que se protege", en concreto al "periodismo crítico, incómodo, pero profesional", pues lo que se sanciona son "faltas de respeto" y al decoro", así como el "uso de bulos" que tan dañino se habría revelado en Torre Pacheco.
Francisco Sierra, en representación de Sumar, etiquetó como "trumpismo" lo que hace el "escuadrismo mediático" de extrema derecha, como se habría evidenciado en Torre Pacheco. Precisó que esta reforma no tiene nada que ver con libertad de prensa, sino con el "sentido común" y la "convivencia democrática", y recordó que en el Capitolio y en las instituciones europeas hay normas y restricciones sobre el comportamiento de los periodistas.
FOTOS PRIVADAS
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, echó en cara a la portavoz del PP, Carmen Navarro, que criticara a la Mesa del Congreso formando parte de ella; señaló que administraciones del PP han financiado a simples canales de YouTube y puntualizó que esos periodistas acreditados sólo preguntan críticamente a los partidos de izquierda. También les preguntó qué interés informativo tiene hacer a diputados de estos segundos partidos fotos en su vida privada.
Josep Maria Cervera, en nombre de Junts, dedicó buena parte de su intervención a ensalzar la que a su juicio es la reforma "más rupturista" del Reglamento en la legislatura, que fue la que permitió utilizar las lenguas cooficiales y promovió su grupo. Sobre la de los periodistas acreditados, la presentó como debida a la "tergiversación" y "deshumanización" promovida por medios de extrema derecha, que comenzó contra el independentismo pero sólo ahora es vista como una amenaza por todos.
Jon Iñarritu, de EH Bildu, estimó que los argumentos del PP y Vox contra la reforma son "absurdos", porque durante 40 años ha habido preguntas difíciles y no fue necesario emprenderla. En su opinión, hay una "estrategia clara" de "agitadores" que hacen "activismo" y se dedican a acosar e incluso algunos acudieron a "encender la chispa del odio" en Torre Pacheco.
Mikel Legarda, del PNV, justificó la reforma por los "modos y maneras de algunos pocos"; no por sus preguntas supuestamente críticas sino por acosos, insultos, grabaciones ocultas y allanamiento de despachos. Así, recordó que la iniciativa es original de otros periodistas parlamentarios.
Dentro del Grupo Mixto, Ione Belarra, de Podemos, dijo que la reforma no vale para casi nada, porque el PP seguirá financiando desde sus instituciones a "sicarios mediáticos" que seguirán teniendo "las tertulias del país a su servicio" mientras "hacen el trabajo sucio a los fascistas", como en Torre Pacheco.
Néstor Rego, del BNG, por su parte, interpretó que Vox había "salido del armario" con su enmienda que pretendía quitar del texto alusiones al respeto y a la verdad. En sentido contrario, Alberto Catalán, de Unión del Pueblo Navarro, se quejó de que "se coarte la libertad de expresión" y de que la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, hablara en comisión de "coacción" a los periodistas cuando ella, cuando dirigía 'Egin', puso, según él, la diana a muchos informadores para que ETA los matara.
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