MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Más de la mitad de las chicas adolescentes creen que la violencia masculina es algo "natural e inevitable", y que ellas mismas deben protegerse de ésta, aunque cuando llegan a la adultez el 89% creen que estos comportamientos pueden cambiarse o aprenderse y que sus padres pueden enseñarles a no ser violentos.
Así lo revela un estudio 'No deberíamos caminar con miedo' de la organización Plan International, que forma parte de un proyecto de investigación que siguió a 142 niñas hasta los 18 años en nueve países (Benín, Brasil, Camboya, República Dominicana, El Salvador, Filipinas, Togo, Uganda y Vietnam).
El trabajo muestra también que la violencia contra las niñas es una "realidad extendida y profunda". La mayoría (91%) de las participantes sufrió algún tipo de violencia desde los 11 años.
Asimismo, muchas chicas consideran que la violencia masculina es "normal" o simplemente "así es la vida". En las entrevistas realizadas entre los 14 y los 15 años, el 68% de ellas opinaba que las agresiones de los hombres eran una parte inevitable de la vida. A sus 17-18 años, el 62% de ellas seguía pensando lo mismo.
Igualmente, la creencia de que ellas son responsables de su propia seguridad se intensifica con la edad. Mientras que el 57% de las chicas de entre 14 y 15 años afirman que depende de ellas protegerse de los abusos, ese porcentaje aumenta al 67% cuando alcanzaban los 17 o 18 años.
Los resultados del informe muestran una imagen de niñas que crecen en un mundo "donde la violencia limita sus libertades y oportunidades". Gracias a este seguimiento en el tiempo se conoce "mejor" cómo piensan las niñas y se considera "más urgente que nunca actuar desde la educación en todos los ámbitos y niveles para cambiar comportamientos", señaló la directora general de Plan International, Concha López.
La organización hizo un llamamiento "urgente" a toda la sociedad para que se invierta en programas que promuevan los derechos de las niñas, cuestionen los roles de género dañinos, y se prevengan la violencia de género a través del liderazgo de las adolescentes.
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