MADRID/VALENCIA, 19 (SERVIMEDIA)
La secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, quiso este sábado establecer una distinción entre la corrupción de su propio partido y la del Partido Popular, al asegurar que la de éste último "no son casos aislados", sino "toda una cultura" y "una forma de ser y de hacer política"
Lo hizo en su intervención en la clausura del Comité Nacional del PSPV-PSOE, donde comenzó denunciando que los socialistas están "sufriendo un ataque nunca visto en democracia" y que "la derecha y la ultraderecha en todos los ámbitos han sobrepasado todas las líneas rojas", porque "todo vale para machacar al presidente del Gobierno" y apartarle "al precio que sea, aunque para ello se lleven por delante la convivencia de todo un país".
La recién nombrada nueva 'número 3' del PSOE caracterizó al PP como "la peor oposición que ha soportado un Gobierno en democracia", con "una actitud antisistema en la que no hay límites ni vergüenza". Y, sin embargo, añadió, "todavía no ha dicho ni una sola palabra sobre Cristóbal Montoro".
"Un escándalo como nunca hemos visto en España: leyes a la venta, legislación por dinero. Bien, pues [el presidente del PP, Alberto Núñez] Feijóo sigue sumido en el silencio. No cree oportuno explicar a los españoles cómo bajo el Gobierno del Partido Popular ha sido imputado otro Ministerio al completo", denunció, añadiéndolo al del Interior liderado por Jorge Fernández Díaz, con lo que se demostraría que la Gürtel "sólo era la punta del iceberg".
"Lo del Partido Popular no es son casos aislados de corrupción. Es toda una cultura, una forma de ser y de hacer política", concluyó, contraponiendo que el PSOE, supuestamente, cuando le salen casos así "actúa de inmediato y con contundencia y pidiendo perdón", mientras el PP "siempre arrastrando los pies y callando".
Como inmediatamente antes la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, Torró arengó que "merece la pena defender nuestras siglas, defender al presidente del Gobierno". Lo argumentó aludiendo al crecimiento económico y de empleo, a la subida del SMI y las pensiones, y, después de los disturbios de Torre Pacheco (Murcia), por la necesidad de "seguir luchando contra el odio y el racismo que quieren instalar los ultras con el silencio cómplice del Partido Popular".
Una vez más, la dirigente socialista presentó al Gobierno español en Europa como "el dique de contención de la ultraderecha", mientras que, por el contrario, Feijóo "ya se ha entregado a Vox" y ha "renunciado a su espacio para asumir toda la ideología de la ultraderecha".
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