SAN LORENZO DE EL ESCORIAL (MADRID), 17 (SERVIMEDIA)
El jefe de Pediatría Social en los hospitales de La Paz y Alcorcón, Antonio Gancedo, alertó este jueves de que la violencia de género es un "clarísimo problema de salud pública y dijo que los hijos de la pareja son víctimas directas de "la crueldad vicaria".
Así lo afirmó en los Cursos de Verano organizados por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde incidió en que los niños que sufren este tipo de violencia durante la infancia "es habitual que sufran importantes problemas de salud a lo largo de toda su vida".
Recordó, además, que la ley de 2004 supuso "un antes y un después" al reconocer que los niños "eran víctimas directas de la violencia de género. No eran meros espectadores, no quedaban impasibles, quedaban dañados". Precisó que la violencia vicaria "es aquella violencia que se ejerce sobre la mujer con el fin de causarle el mayor y más grave daño psicológico a través de terceras o interpósitas personas y que consigue su grado más elevado de crueldad con el homicidio o asesinato".
Gancedo detalló las cuatro tipologías de maltrato infantil que se manifiestan en la violencia vicaria, "el maltrato psicológico, la negligencia, el maltrato físico y la violencia sexual". Subrayó que la "más típica" es la negligencia. Algunos comportamientos que destacó son la "conducción temeraria de los progenitores o daños en propiedades".
Respecto al maltrato psicológico, indicó que "genera muchas veces más daño que el maltrato físico", ya que incluye "insultos, desprecios o amenazas continuas de muerte" que "hacen daño al menor". También incidió en la importancia de ver el impacto de los efectos en la madre, generalmente causado por la violencia" como "golpes, o en forma de lloros, ataques de ansiedad, miedo, desesperación" porque, a la larga, "afecta al menor".
VIOLENCIA Y PROBLEMAS DE SALUD
Dijo que el maltrato físico abarca desde "golpes, collejas, tortazos, correazos, zapatillazos" hasta "intentos de asfixia", o meter "la cabeza en el retrete". Respecto a la violencia sexual, destacó que "es bastante común que muchos niños sufran violencia sexual y nadie se entere". Citó ejemplos que se incluyen dentro de esta como puede ser "visualizar porno" o "ver actos sexuales entre adultos".
El experto vinculó todas estas situaciones a las "experiencias adversas en la infancia" y destacó que "las personas que en la infancia han tenido situaciones adversas, después de mayores tendrán muchos problemas de salud". La presencia de "más de cuatro experiencias adversas" es un "número crítico" que "puede desencadenar problemas de obesidad, de diabetes, problemas de infecciones de transmisión sexual, hepatopatías o promiscuidad sexual".
Además, señaló que la exposición continua a estrés genera "cambios en el sistema inmune, en la liberación de sustancias proinflamatorias y una neurotoxicidad", afectando el neurodesarrollo y la "gestión del estrés, la gestión de la ira, la gestión de los impulsos".
Finalmente, destacó el papel fundamental de la "consulta de pediatría social" como "un elemento más y muy importante en la prevención y en la lucha contra la violencia de género" e hizo un llamamiento a la "coordinación entre todos y todas las zonas de digamos, a la lucha contra la violencia de género".
Lamentó que los profesionales sanitarios que reciben las primeras confidencias de las víctimas, "no reciben formación de violencia de género, no detectan los signos y no preguntan al respeto". Sin embargo, recalcó que "un profesional sanitario que esté sensibilizado con el tema de violencia de género es una máquina de detección, de orientación, de cuidado, de protección de minimizar riesgos".
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