MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof) ha advertido de que algunos antibióticos, determinados antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y ciertos agentes de quimioterapia se asocian con mayor frecuencia con reacciones alérgicas.
El Cgcof ha destacado que, aunque en la gran mayoría de los casos las reacciones alérgicas a medicamentos son raras (pudiendo afectar a entre el 0,01% y el 0,1% de pacientes tratados) o muy raras (menos del 0,01%), es importante que el paciente, ante cualquier sospecha de reacción, incluso las de carácter leve, lo comunique siempre a un profesional sanitario.
En cualquier caso, tanto el médico como el farmacéutico, antes de prescribir o dispensar un medicamento, consultan con el paciente si tiene alguna alergia.
Respecto a los antibióticos, los betalactámicos, como las penicilinas o las cefalosporinas, pueden provocar reacciones de hipersensibilidad inmediata que se manifiestan como urticaria, angioedema o anafilaxia. Además, los pacientes alérgicos a penicilinas (como 'amoxicilina' o 'cloxacilina'), frecuentemente presentan alergia cruzada a otros antibióticos betalactámicos, como las cefalosporinas, por ejemplo, 'cefuroxima', 'cefixima' o 'ceftriaxona'.
En el caso de las sulfonamidas, otro tipo de antibiótico, pueden provocar reacciones cutáneas graves, mientras que los antiinflamatorios no esteroideos, entre ellos, el 'ácido acetilsalicílico' y el 'ibuprofeno', pueden producir urticaria, angioedema o anafilaxia e intensificar el asma.
REACCIONES LEVES Y GRAVES
Asimismo, determinados agentes de quimioterapia pueden inducir reacciones de hipersensibilidad desde leves a graves. De hecho, han recordado desde el Cgcof, no hay que olvidarse de los excipientes incluidos en la composición de los medicamentos. Por ejemplo, la proteína del huevo, presente en algunas vacunas, también puede asociarse a procesos alérgicos. En ocasiones, la cantidad es tan pequeña que no supone una contraindicación en personas alérgicas al huevo. En cualquier caso, siempre se debe informar al médico antes de la administración del medicamento.
La dermatitis de contacto, la erupción cutánea maculopapular o el prurito son las formas más leves de reacciones alérgicas a medicamentos. En cambio, las reacciones alérgicas graves a medicamentos, que implican riesgo para la vida del paciente y, por tanto, requieren tratamiento urgente, se pueden manifestar en forma de urticaria grave, broncoespasmo, hipotensión, desmayos, angioedema, dificultad respiratoria o hinchazón de labios y lengua.
TRATAMIENTOS
Por tanto, en función de la gravedad de los síntomas, el tratamiento podrá ser uno u otro. Si la reacción es leve, con evitar la administración del medicamento y consultar con el médico posibles alternativas de tratamiento será suficiente. Y, en ocasiones, dependiendo de los síntomas, se pueden administrar antihistamínicos para aliviarlos.
Si los síntomas son moderados o graves o no responden a los antihistamínicos, el médico puede indicar la administración de corticoides por vía sistémica (oral o parenteral) o tópica, en caso de que la reacción sea específicamente cutánea y afecte a un área localizada.
Otra situación muy diferente es la de la anafilaxia, una reacción alérgica muy grave que puede manifestarse con dificultad respiratoria, caída brusca de la presión arterial, desmayo o hinchazón de labios y lengua. En esta situación, el tratamiento de elección será la administración de adrenalina por vía intramuscular, lo que provoca una rápida recuperación de la presión arterial y evita el angioedema y el cierre de la glotis, que podría resultar en asfixia si el tratamiento no se administrara a tiempo.
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