MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
El 4,6% de la población adulta española padece eccema crónico de manos grave, una patología con un alto impacto psicosocial y laboral, por lo que los especialistas pusieron de manifiesto la importancia de la detección temprana y el abordaje terapéutico adecuado para prevenir la progresión de las patologías de la piel.
Así lo manifestaron durante la celebración del III Ciclo de Novedades en Dermatología celebrado hoy en Madrid y organizado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y LEO Pharma, que contó con la asistencia de asociaciones de pacientes y divulgadores para abordar el impacto psicosocial y laboral de las patologías de la piel, tales como el eccema crónico de manos grave (ECM) y la dermatitis atópica.
En el encuentro también se abordó la falta de información en las patologías de la piel y la banalización de estas, aspectos que generan confusión, impactan en el bienestar emocional de quienes la padecen y condiciona el acceso a tratamientos adecuados.
En su intervención, el director general de LEO Pharma Iberia, Juan Fran Cuello de Oro, detalló que "el eccema crónico de manos en su forma grave constituye una enfermedad inflamatoria de elevada complejidad clínica, con un impacto profundo en la calidad de vida de los pacientes. Es una patología dolorosa, visible y a menudo invalidante, que interfiere de manera constante en actividades cotidianas y profesionales".
Por ello, los dermatólogos destacaron la importancia de los tratamientos adecuados a largo plazo en patologías crónicas como el eccema crónico de manos grave que tiene causas multifactoriales e incluyen elementos genéticos, inmunológicos, ocupacionales y ambientales.
IMPACTO SOCIAL Y LABORAL
Los expertos coincidieron en señalar que el impacto del ECM grave trasciende ampliamente el ámbito físico, afectando profundamente aspectos psicológicos, sociales y laborales de quienes lo padecen.
La visibilidad de las lesiones, combinada con el dolor y las limitaciones funcionales, puede derivar en situaciones de aislamiento social, depresión y deterioro de la calidad de vida.
De hecho, el 4,6% de la población adulta en España padece eccema crónico de manos con una prevalencia más alta entre los 30 y 39 años y un 6% de este grupo es en un estadio grave. La enfermedad es especialmente debilitante debido a su localización en las manos, que son fundamentales para realizar actividades esenciales.
A este respecto, la presidenta de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Yolanda Gilaberte, aseguró que "muchas profesiones implican un contacto constante con sustancias o condiciones que pueden exacerbar los síntomas del eccema crónico de manos grave, como es el caso de peluqueros, personal sanitario, trabajadores de la construcción o de la limpieza".
ADOLESCENTES Y JÓVENES
En estos casos, añadió, "el impacto laboral puede ser devastador, llegando incluso a forzar cambios de carrera profesional cuando la enfermedad no se controla adecuadamente".
En el encuentro también se abordó esta patología en adolescentes y jóvenes adultos, etapas vitales en las que la imagen corporal y la aceptación social cobran especial relevancia.
Por ello, la directora de comunicación y paciente de la Asociación de Afectados Dermatitis Atópica (AADA), África Luca de Tena, manifestó que "aquellos pacientes con condiciones dermatológicas visibles como el eccema crónico de manos grave o la dermatitis atópica enfrentan desafíos únicos en su desarrollo emocional y social. El impacto en la autoestima puede ser profundo y duradero, afectando incluso a decisiones importantes sobre su futuro académico y profesional".
Ante esta realidad, los expertos señalaron la importancia de un abordaje multidisciplinar que integre aspectos médicos, psicológicos y ocupacionales, con el objetivo de ofrecer a los pacientes soluciones integrales que mejoren significativamente su pronóstico y calidad de vida.
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