MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
El Pleno del Congreso de los Diputados tumbó este martes las enmiendas a la totalidad, con texto alternativo, del PP y Vox (ambas con 166 votos a favor, los de ambos grupos, que se apoyaron mutuamente, y 174 en contra) a la reforma del Reglamento de la Cámara firmada por el resto de grupos para ampliar los supuestos de voto telemático y regular y sancionar algunos comportamientos de personas acreditadas como periodistas en el recinto parlamentario; una reforma que, por tanto, sigue su curso legislativo.
La reforma, que modifica para ello el artículo 82 del Reglamento del Congreso (y el 98 en lo relativo al voto telemático de los diputados) pretende constituir un Consejo Consultivo de Comunicación Parlamentaria, integrado por un miembro de cada uno de los grupos parlamentarios y por asociaciones de periodistas, y cuyo funcionamiento y régimen de adopción de acuerdos será regulado por la Mesa del Congreso.
Además, si sale adelante, la Mesa regulará el procedimiento para la concesión y renovación de credenciales a los medios, fijando una serie de requisitos para ello y sanciones para comportamientos como las descalificaciones, no respetar el turno en las ruedas de prensa o grabar en lugares no permitidos del Congreso.
La enmienda de Vox la presentó su diputado José María Figaredo, quien comenzó fabulando irónicamente que alguien ajeno a la política supondría que un pleno fuera del periodo de sesiones se había convocado para atajar la delincuencia de los inmigrantes, el problema de la vivienda o la corrupción. Pues no, añadió, se convoca para "censurar a los periodistas que hacen preguntas incómodas" y hablan de los temas de los que el Gobierno no quiere hablar en lugar de ser "unos lamebotas" que publican supuestas mentiras contra Vox.
Figaredo se dirigió particularmente al portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, y la nueva portavoz de la dirección socialista, Montse Mínguez, para acusarles de corrupción, de no ocuparse de los problemas reales y de "silenciar" y "amordazar" a los jueces y periodistas que combaten el "autoritarismo" de la izquierda. López pidió y recibió la palabra para acusar de "fascismo" a Figaredo y le retó a llevar pruebas a los tribunales de las acusaciones que había vertido, o bien sugirió retirar sus insultos del Diario de Sesiones.
Por parte del PP, Cayetana Álvarez de Toledo comenzó leyendo una declaración del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamando a defender al ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán de los "pseudoperiodistas" que le acosaban. Criticó el Consejo Consultivo que pretende crear la reforma, "un soviet de diputados", y acusó al PSOE de denunciar un acoso que ellos mismos practicaron, por ejemplo, contra le exalcaldesa de Valencia ya fallecida Rita Barberá.
"FACHOSFERA"
Álvarez de Toledo dijo que el Reglamento del Congreso ya prevé atajar el acoso a políticos sin necesidad de nuevas reformas, y que la responsabilidad compete a la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, que no pone orden porque está "al servicio del Gobierno". Recordó que Sánchez, tras sus cinco días de "baja por victimismo" en abril de 2024, llamó "fachosfera" a periódicos que anticiparon los casos de corrupción e ironizó con la preocupación de la reforma por la "cortesía", que dijo que el PSOE confunde con "el masaje".
Expedir carnés de periodistas como pretende a su juicio la reforma del Reglamento supone, dijo la diputada popular, un precedente peligroso y una involución, y preguntó qué pasará cuando haya otra reforma parlamentaria. Eso sí, advirtió, el PP no aprovechará esta reforma a su favor cuando controle el Congreso, sino que simplemente la derogará.
Finalmente, Álvarez de Toledo pasó a criticar otras cosas del PSOE, como su supuestamente falso feminismo y la amnistía, y después acusó a Podemos por insultar a su vez a periodistas y jueces, y otros grupos aliados del Gobierno: al PNV por ser "muleta del Gobierno", a ERC por el "escrache" independentista contra la mitad de los catalanes y, sobre todo, a EH Bildu, por los asesinatos de periodistas cometidos por ETA. Terminó pidiendo "libertad para buscar la verdad" y espetó a los socialistas: "Quieren encarcelar a la verdad antes de que la verdad les encarcele a ustedes".
En turno de fijación de posiciones, Marc Lamuá, del PSOE, proclamó que con esta reforma al PP y Vox se les acaba "el chiringuito de los bulos", y se dirigió particularmente al PP y a su portavoz en este debate, a la que llamó "la marquesa del bulo". Afirmó que lo de hoy no es un mero cambio técnico, sino la lucha contra el "mal uso de las acreditaciones periodísticas" para "ejercer como periodistas" cuando su objetivo es "alimentar el ecosistema de los bulos" y la "desestabilización de las instituciones".
Francisco Sierra, de Sumar, habló de "colonización del trumpismo" por parte de "sus señorías del golpe blando", el PP y Vox, que supuestamente defienden la libertad pero son adalides del "liberticidio". Enumeró una serie de insultos que según él habrían proferido continuamente los diputados de Vox y advirtió: "En España, quien resiste gana, y nosotros vamos a resistir". "La violencia verbal y la descortesía no tienen cabida en esta Cámara", terminó, y citó a las asociaciones de periodistas partidarias de esta reforma.
"PROPAGANDISTAS"
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, contestó al PP que los periodistas que sólo incomodan a unos partidos y no a otros son "propagandistas" y esperan a recibir órdenes, y bromeó que algunos de ellos, al tener padres extranjeros, serían expulsados por Vox de España y no sólo del Congreso. Y emplazó a la izquierda a competir digitalmente en las redes sociales con esos supuestos propagandistas, porque quitarles las credenciales no vale para nada, pues su hábitat es la calle.
Por parte de EH Bildu, Jon Iñarritu afirmó que lo que había dicho Álvarez de Toledo no se diferenciaba en nada de lo que había expuesto Figaredo, y aseguró que periodistas de medios críticos con el Gobierno también han sido acosados por "émulos de Steve Bannon", el ideólogo del movimiento MAGA en Estados Unidos, que según Iñarritu no habrían querido buscar la noticia sino generarla para hacer propaganda de Vox. Finalmente, se refirió a la publicación de informes policiales falsos.
Mikel Legarda, del PNV, defendió que la reforma instala unas "reglas básicas de comportamiento" y "normas mínimas de convivencia" frente a periodistas que, a su modo de ver, no han hecho preguntas incómodas sino que han hostigado, reventado ruedas de prensa, grabado donde no está permitido o allanado despachos de diputados.
Por el Grupo Mixto, Martina Velarde, de Podemos, primero acusó por igual a PP y PSOE de proteger a algunos periodistas de televisión a los que siempre ha atacado su partido, y después pasó a los otros periodistas a quienes se dirige la reforma, para tacharles de "sicarios".
Águeda Micó, de Compromís, denunció una supuesta ofensiva de la ultraderecha para confundir e infundir el odio que habría usado a "falsos periodistas" que habrían acosado a políticos, otros periodistas "reales y rigurosos" y trabajadores del Congreso, "fomentan el fascismo desde el periodismo" y "buscan esconder la verdad, hacer ruido y reventar la democracia".
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