MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, presentó este sábado su candidatura a la presidencia del Gobierno con un proyecto basado en "la centralidad política" que logre volver a conseguir la confianza de 10 millones de votantes, prometiendo "un cambio de raíz en España" –y no un mero "cambio de siglas"– y con libertad para aplicar las políticas de su programa. "Conmigo, España no está ni estará en venta", dijo.
"Me comprometo a no desaprovechar la fuerza de las urnas", dijo. "No pretendo un cambio de siglas en la Moncloa, prometo un cambio de raíz en España. No es cambiar unas siglas por otras, un ministro por otro, porque no se trata de hacerlo menos peor que ellos", añadió en la presentación de su candidatura para ser reelegido líder del PP tras el 21 Congreso Nacional del partido.
El político gallego señaló que la próxima legislatura no será "al uso" porque tendrán "una doble tarea": acabar "con todos los atropellos de la pesadilla" del 'sanchismo' y aprobar las "reformas necesarias" para "garantizar con las leyes que sean necesarias que ningún presidente del Gobierno pueda deteriorar las leyes y la democracia". "No quiero ganar para llegar, sino llegar para que gane España", apostilló.
Del mismo modo, Feijóo enarboló un decálogo de "la decencia" para gobernar bajo "la centralidad política" con "un proyecto nacional". Y se mostró convencido de que el PP va a "arrasar" al PSOE "a valores, a convicciones, a servicio y a democracia". "A mentiras, cesiones, maniobras, propaganda y a enfrentar a los españoles, que ganen ellos", dijo.
El líder de la oposición evitó hablar del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, directamente, pero, en un ambiente de fiesta total, dijo que "no hay más que comparar lo que ha pasado esta mañanita en la calle Ferraz" durante el Comité Federal del PSOE con el cónclave 'popular'. Del mismo modo, prometió que en su partido no habrá "tolerancia, ni compadreo, ni chivatazos, ni vista gorda con quien llega a la política para servirse". "No estoy dispuesto a aplicar a la corrupción la doble moral de ser indulgente con los nuestros y exigente con los otros", dijo.
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