MADRID, 29 (SERVIMEDIA)
Las emisiones masivas de dióxido de carbono (CO2) en los sistemas naturales de la Tierra dieron lugar a disminuciones significativas en las concentraciones de oxígeno en los océanos hace unos 300 millones de años.
Esa es la conclusión de una nueva investigación realizada por científicos de China, Dinamarca, Estados Unidos y Nueva Zelanda, y publicada en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
El estudio combina análisis geoquímicos de núcleos de sedimentos con modelos climáticos avanzados y destaca cinco periodos en los que disminuciones significativas de los niveles de oxígeno en el océano (entre un 4% y un 12%) coincidieron con aumentos significativos de los niveles de CO2 en la atmósfera.
Estos eventos de falta de oxígeno, o anóxicos, son conocidos por sus efectos perjudiciales sobre la vida marina y la biodiversidad.
A pesar de sus raíces en el pasado remoto, los hallazgos son relevantes para el clima global actual y su futuro. Si episodios de escala similar ocurrieran hoy, probablemente afectarían zonas costeras importantes para la pesca y la biodiversidad marina.
"Este es nuestro único análogo de grandes cambios en el dióxido de carbono a niveles comparables a los que vivimos hoy, donde vemos duplicaciones y triplicaciones de los niveles", según Isabel P. Montañez, profesora distinguida del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de California en Davis (Estados Unidos).
Sin embargo, la diferencia radica en la fuente del dióxido de carbono. Si bien los niveles de CO2 de climas pasados se vieron influenciados por sistemas naturales como las erupciones volcánicas, las emisiones generadas y relacionadas con la actividad humana influyen considerablemente en los niveles actuales.
NÚCLEOS DE SEDIMENTOS
En el estudio, el equipo utilizó núcleos de sedimentos provenientes de una formación geológica en el sur de China denominada sucesión Naqing. Mediante el análisis de la composición geoquímica de estos núcleos de aguas profundas, específicamente de los isótopos de uranio carbonatado, los autores registraron las condiciones ambientales de la Tierra entre 310 y 290 millones de años atrás.
"Mediante ese análisis, observamos estos 'eructos' o emisiones masivas no solo en el dióxido de carbono, sino también en la firma isotópica del uranio del océano", apunta Montañez, quien añade: "Están totalmente alineados y el tamaño de esos picos de uranio nos indica la magnitud de la anoxia oceánica".
El equipo luego utilizó esa información para fundamentar modelos climáticos de vanguardia, desarrollados por los autores del estudio, que se utilizan para comprender mejor los climas antiguos.
"DESCUBRIMIENTO ENORME"
Los investigadores cinco casos de disminución del oxígeno en el océano global, de un 4% y un 12%, entre 290 y 310 millones de años atrás. Cada periodo duró entre 100.000 y 200.000 años.
Si bien la disminución del oxígeno oceánico no parece correlacionarse con ninguna extinción masiva conocida, sí se alinea con pausas en la biodiversidad que pueden observarse en el registro geológico.
"Observamos estas pausas en la biodiversidad cada vez que ocurren estos cambios. Hubo un impacto y probablemente las regiones costeras fueron las más afectadas", indica Montañez.
La Tierra de hace 300 millones de años era muy diferente a la actual. Por ejemplo, el oxígeno en la atmósfera era entre un 40% y un 50% superior al actual. A pesar de esas diferencias, la magnitud del aumento de los niveles de dióxido de carbono es similar.
"Este es un descubrimiento enorme, porque ¿cómo se puede permitir que un océano que se encuentra bajo una atmósfera con mucho más oxígeno que la actual se produzca? El mensaje para nosotros es: 'No estén tan seguros de que no podremos repetir esto con la actual liberación de dióxido de carbono causada por el ser humano'", concluye Montañez.
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