MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
A medida que el clima del planeta se calienta, muchas especies se desplazan hacia el norte en busca de zonas que antes eran demasiado frescas para ellas, pero los inviernos fríos frenan esa expansión más allá de ciertos límites climáticos.
Esa es la conclusión de un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Estocolmo (Suecia) y publicado este lunes en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. El trabajo se basa en la mariposa parda o saltacercas ('Lasiommata megera').
"Nuestros resultados muestran que, aunque las mariposas adaptan su ciclo de vida a medida que se desplazan hacia el norte, existen límites que la evolución no puede superar fácilmente", afirma Mats Ittonen, del Departamento de Zoología de la Universidad de Estocolmo.
La mariposa parda, que es común en los pastizales europeos, se ha vuelto más habitual en latitudes más altas de Escandinavia, a pesar de su marcada disminución en Europa occidental.
Durante su expansión hacia el norte, la rápida evolución ha ayudado a la mariposa a adaptar su ciclo vital a las nuevas condiciones. La evolución ayuda a la especie a lidiar con factores que no cambian con el calentamiento climático, como la duración del día. Sin embargo, a pesar de estos cambios, los inviernos fríos aún impiden que la mariposa parda se extienda más al norte.
DOS AÑOS
Los investigadores realizaron experimentos de campo en los que trasladaron mariposas dentro y al norte del área de distribución actual de la especie en Suecia. Los individuos recolectados en el sur (condado de Skane) y el norte (condados de Södermanland y Uppland) se colocaron en jaulas de campo en sitios en Skane, Södermanland y el sur de Dalarna; este último es un área donde la especie aún no se ha propagado.
Al comparar cómo crecen y se desarrollan las orugas de diferentes orígenes en condiciones ambientales compartidas, los investigadores pudieron investigar cómo ha evolucionado la mariposa durante su expansión hacia el norte en los últimos 20 a 30 años.
Las orugas también se dejaron en el campo durante el invierno para ver si se ha desarrollado una mejor supervivencia invernal en las poblaciones del norte y si podrían persistir más al norte de lo que se encuentra actualmente la especie.
"Queríamos saber si rasgos como un crecimiento más rápido, una latencia invernal en el momento adecuado y una mejor supervivencia invernal han evolucionado en las mariposas del norte; rasgos que podrían ayudarlas a establecerse aún más al norte", subraya Karl Gotthard, del Departamento de Zoología de la Universidad de Estocolmo.
SUPERVIVENCIA
El estudio revela que las mariposas de las poblaciones del norte crecieron más rápido que las del sur, probablemente como una adaptación a los veranos más cortos de las latitudes más altas. Además, lograron entrar en letargo en la época adecuada del año.
Sin embargo, a pesar de estos cambios evolutivos, muy pocas orugas sobrevivieron al invierno en Dalarna, al norte del área de distribución actual de la especie.
"Es importante reconocer este tipo de límites si queremos predecir hasta qué punto al norte podrán desplazarse otras especies, incluidas las plagas y los vectores de enfermedades, en un clima futuro", afirma Gotthard.
Este hallazgo que la evolución puede avanzar con la suficiente rapidez como para influir en la distribución de los insectos bajo el cambio climático. Sin embargo, esto no significa necesariamente que evolucionen los rasgos específicos más críticos para la supervivencia.
Además de la mariposa parda, muchas otras especies de insectos también se han expandido hacia el norte en las últimas décadas, tanto en Suecia como en otros lugares.
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