MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, acompañada del concejal de Centro, Carlos Segura, supervisó este miércoles la recta final de la instalación de toldos de sombra en la Puerta del Sol que estarán listos la semana que viene cuanto terminen de colocarse las telas sobre la estructura.
La solución consiste en una estructura auxiliar no permanente que permite la instalación de toldos en el arco norte de la plaza. Esta estructura, que se instalará solo durante los meses de más calor y se desinstalará posteriormente, se basa en una serie de mástiles de acero inoxidable anclados en los bancos de granito a través de tubos roscados que permiten su instalación y desinstalación. Sobre estos elementos rígidos se disponen unos tensores anclados en la fachada de los edificios que conforman la plaza sobre el zócalo comercial. A su vez, esos tensores permiten la instalación de una serie de piezas textiles de color claro.
Desde que finalizó la remodelación de la Puerta del Sol, el Ayuntamiento ha trabajado en distintas soluciones para crear espacios de sombra en este espacio, ya que el proyecto ganador del concurso organizado por el Consistorio y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y que fue seleccionado por un jurado de expertos entre más de 150 propuestas, no preveía instalar elementos de sombra.
Aunque se propuso la plantación de nueve árboles en el único espacio que no disponía de infraestructuras bajo la cota del pavimento, donde se encuentra la mayor estación de metro de Madrid o la estación de Cercanías de Adif, así como innumerables galerías de servicios e infraestructuras, la Comisión Local de Patrimonio Histórico dictaminó desfavorablemente porque la ubicación de esos árboles no respondía a criterios urbanísticos ni patrimoniales, sino a la oportunidad de la ausencia de una losa de hormigón bajo el pavimento.
Para diseñar los nuevos toldos, el Ayuntamiento ha trabajado con el mismo equipo que proyectó la plaza, dirigido por José Ignacio Linazasoro, catedrático de la Escuela de Arquitectura de Madrid y Académico de la Real Academia de San Fernando. Los estudios y cálculos sobre resistencia a los vientos y los necesarios anclajes para estos toldos en un entorno BIC fueron muy complejos e involucraron a diferentes ingenieros hasta que se pudo tener el proyecto completo.
Este proyecto pasó inicialmente por la Comisión Local de Patrimonio Histórico en diciembre aunque tuvo que pasar de nuevo por el mismo órgano y fue validado en julio de 2024, momento en que el Ayuntamiento comenzó a licitar su fabricación, montaje e instalación, de manera que, teniendo en cuenta los plazos administrativos, los toldos pudieran colocarse para el verano de 2025.
La solución de los anclajes a los bancos y las cimentaciones correspondientes bajo los mismos responden a que el mismo factor que imposibilitó los árboles, las estructuras de Adif bajo tierra, impedían construir otro tipo de cimentaciones.
Paloma García Romero, señaló que aunque no se ha medido aun la diferencia de entre temperatura entre el sol y la sombra, expresó que será "considerable". Con respecto al remate de la reforma de la Puerta del Sol, aseguró que aun no se ha tomado "ninguna decisión respecto a ella. Por otra parte, indicó que ha sido una actuación "muy complicada" porque eran necesarios "muchos controles" por parte de ingenieros ya que el viento, por ejemplo, podía generar peligro.
La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, ofreció una valoración del proyecto esta mañana desde la propia Puerta del Sol y criticó que es un ejemplo de "mala praxis" porque los anclajes de los toldos alteran el entorno y el paisaje urbano y porque no es una solución "ni buena, ni bonita, ni barata".
Reprochó, además, la "falta de ideas, el despilfarro y la improvisación del Ejecutivo de Almeida, que sigue sin abordar con rigor el cambio climático" y sugirió que hay otra solución por la que se podrían colocar sombras sin anclajes con costes más reducidos.
La configuración de la Puerta del Sol, tal cual se conoce hoy en día, se materializó entre los años 1858 y 1862, por lo que será la primera vez que esta plaza cuente con sombras en sus 163 años de historia.
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