MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
El Ayuntamiento de Madrid entregó este lunes las certificaciones del curso 'Zonas libres de acoso' a los 20 centros educativos participantes en la edición de este curso, que ha contado con 437 alumnos participantes, su mayor participación desde sus inicios en 2019.
Este programa, tras echar a andar como proyecto piloto, se extendió a toda la ciudad en 2019. Desde su puesta en marcha, se han formado un total de 1.158 alumnos de 68 centros educativos, todos ellos acreditados como 'zonas libres de acoso', una formación que va llegando a más centros curso tras curso.
La vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, presidió hoy la entrega de certificaciones acompañada por responsables policiales y de los centros educativos participantes. Sanz se dirigió a los alumnos, los "protagonistas", ya que son ellos quienes eligen a los mediadores entre los propios alumnos y reciben una formación específica para saber afrontar los conflictos que se dan en el centro, de manera que no lleguen a convertirse en situaciones de acoso.
El trabajo que se realiza es posible gracias a los agentes tutores de la Policía Municipal de Madrid que han incrementado su número en los últimos años. Desde 2019, se ha pasado de 174 a 265 agentes, un refuerzo especialmente necesario en los distritos del sur y del este, donde el número de efectivos ha crecido en un 75%. "Así, hoy contamos con 12 agentes tutores por cada comisaría de distrito, que trabajan en la prevención de vulnerabilidades y situaciones de riesgo, siempre desde la cercanía a los centros y a los alumnos", destacó Sanz.
El trabajo de los agentes tutores en este programa pasa por difundir el programa en los centros educativos, complementando las diferentes formaciones relacionadas con el acoso escolar. Después, cuando el centro quiere participar, la formación a la comunidad educativa –y la específica a los alumnos que se van a convertir en mediadores– la imparten los agentes tutores de la Sección de Convivencia y Prevención de Policía Municipal.
La implantación del programa se traduce en una presencia constante en el centro de los policías encargados de la formación de los mediadores, logrando con ello una conexión de todas las partes involucradas. Trabajan, en este sentido, para conseguir que la perspectiva del conflicto como algo negativo varíe, interiorizando que es necesario abordarlo para lograr que se resuelva de forma pacífica.
A lo largo de toda la formación, además, se insiste en la gravedad que supone llegar al acoso escolar. Si no se puede atajar antes y se llega a esa situación, más grave, lo que se obtiene con los mediadores es información de lo que está ocurriendo para abordar la situación a otro nivel.
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