MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
La Guardia Civil, la Policía de Control de Drogas de Costa Rica y la Policía Judiciaria de Portugal y con la colaboración de Europol han desarticulado una organización criminar que importaba contenedores con cocaína oculta en fruta procedente del país centroamericano.
Según informó el Ministerio del Interior, la operación 'Purga-Calipso Guanacaste' comenzó a raíz de varias aprehensiones, tanto en puertos de Sudamérica como en puertos europeos, lo que permitió identificar a la organización criminal responsable del tráfico de drogas en contenedores de fruta.
Para llevar esto a cabo, la organización usaba diferentes puertos para la introducción de la droga en Europa como son Leixoes, Amberes, Róterdam o Hamburgo.
Los miembros responsables de los envíos trataban de evitar los controles aduanares ocultando la droga de diferentes modalidades, como podía ser en la estructura de cajas de cartón, en la estructura de los palés o en cargamentos de pulpa de yuca congelada e incluso simulando piezas de hortalizas introduciendo la sustancia en su interior.
Durante la investigación se realizaron un total de 26 incautaciones de cocaína, sumando más de 5.000 kilos. De estas, 5 fueron en Bélgica, 5 en Portugal, 4 en Países Bajos, 2 en Alemania, 4 ocurrieron en España y 7 aprehensiones en Costa Rica. Además de las intervenciones de droga, se han detenido a 37 personas, 7 en Portugal, 5 en Alemania, 13 en España y 12 en Costa Rica. Dos de las personas detenidas se consideran objetivos de alto valor para Europol, habiendo sido detenida una de ellas en España y otra en Costa Rica.
ORGANIZACIÓN EN COSTA RICA
Gracias al análisis realizado de las primeras incautaciones en el Centro de Inteligencia Criminal Antidroga (CICA), los agentes pudieron determinar que los responsables pertenecían al mismo grupo criminal, que operaba tanto en el continente americano como en Europa, lo que permitió la plena identificación de los componentes de la organización, tanto los asentados en España como en Costa Rica.
Entre los detenidos se encuentran los responsables de dar apariencia legal al envío, así como los encargados del transporte y distribución. Todos ellos fueron enviados a prisión provisional, dándose así por desarticulada la parte de la organización criminal que operaba en España.
Esta operación se enmarca en el Proyecto GDIN, financiado por la Comisión Europea y liderado por la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil y por Policía Judiciaria de Portugal, con la colaboración de FIAP, que ha permitido crear en España del Centro de Inteligencia Criminal Antidroga, con presencia de representantes de cuerpos policiales internacionales, con el objetivo de potenciar el intercambio de información sobre las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas, especialmente cocaína, entre América y Europa, que en muchos casos cuentan con estructuras monetarias y de apoyo en países de Asia Occidental.
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