MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
El aplazamiento de la votación para la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea ha sido recibido con optimismo en círculos catalanes que han trabajado intensamente para lograr que sean idiomas oficiales en las instituciones comunitarias, y los partidos catalanes esperan los avances deciviso para que se pueda materializar.
Lejos de ser un revés, tanto Gobierno como fuentes próximas a la negociación que se ha llevado a cabo en Bruselas y al más alto nivel se han mostrado satisfechos porque la decisión de este martes de posponer la votación da pie a recabar los apoyos de los pocos países que han mostrado dudas de carácter jurídico y que podrán ser resultados en las próximas semanas.
De hecho, en la sesión de hoy ningún país se mostró abiertamente contrario y más de veinte estarían por el sí, según fuentes consultadas de la negociación.
El Gobierno, a través del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado que la cuestión sigue sobre la mesa para conseguir la unanimidad, consciente de que no se había avanzado nunca tanto.
En la oficialidad del catalán en la UE ha sido clave el papel y liderazgo de Junts, formación que arrancó en septiembre de 2023 el compromiso irrenunciable del Gobierno para trabajar activamente en esta carpeta.
En este sentido, el presidente del partido, Carles Puigdemont, ha lamentado que el PP trate de dinamitar la negociación y ha recordado que el Estatut insta tanto a la Generalitat como al Gobierno a emprender "las acciones necesarias" para el reconocimiento de la oficialidad del catalán en la UE.
Desde Japón, donde se encuentra de viaje oficial, el presidente de la Generalitat, Salvador Ila, ha manifestado su optimismo porque hoy se está más cerca de la oficialidad, los trabajos seguirán y ha vaticinado que se conseguirá "muy pronto".
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