MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide fue galardonada este viernes con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, según hizo público el jurado en cargado de su concesión tras haberse reunido telemáticamente, tras su cancelación el pasado 28 de abril como consecuencia del apagón que afectó a la península ibérica.
El jurado, presidido por Miguel Zugaza, destacó que Graciela Iturbide es "dueña de una mirada innovadora y dotada de una extraordinaria profundidad artística", cuya lente "ha retratado la naturaleza humana a través de fotografías cargadas de simbolismo, que crean un mundo propio: desde lo primitivo a lo contemporáneo; desde la crudeza de la realidad social hasta la magia espontánea del instante".
Del mismo modo, subrayó que su obra, "en blanco y negro, combina lo documental con un sentido poético de la imagen" y reseñó que "a través de su cámara capta la vida cotidiana de México, con una mirada profunda, respetuosa y evocadora".
También constató que "sus imágenes no sólo muestran lo que ve, sino también lo que siente", por lo que "cada fotografía tiene una carga emocional y cultural que nos invita a mirar más allá de lo visible".
La candidatura de Graciela Iturbide, presentada por Juan Duarte Cuadrado, embajador de España en México, se ha impuesto entre un total de 49 candidaturas de 19 nacionalidades.
Graciela Iturbide (Ciudad de México, 1942) comenzó sus estudios en el Centro de Estudios Cinematográficos de la Universidad Autónoma de México (UNAM) en 1969 con la intención de convertirse en directora de cine; sin embargo, al conocer el trabajo del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo y de asistir a sus clases se vio atraída por esta disciplina, convirtiéndose en su asistente entre 1970 y 1971.
Su obra presenta un aspecto documental que, según los expertos, muestra "un mundo hipnótico que parece situarse en el umbral entre la realidad más cruda y la gracia de una magia espontánea".
En la década de 1970 viajó por Latinoamérica, especialmente por Cuba y Panamá, y en 1978 fue comisionada por el Archivo Etnográfico del Instituto Nacional Indigenista de México para documentar la población indígena del país con proyectos en los que retrató a los pueblos seri y de Juchitán, que dio lugar al libro 'Juchitán de las mujeres'.
Posteriormente, continuó su labor en Cuba, Alemania Oriental, India, Madagascar, Hungría, Francia y EEUU, una época en la que concibió trabajos que llamaron la atención por "su profundidad artística y su sentido poético".
Con el tiempo, su estilo ha evolucionado hacia nuevos objetivos, como paisajes u objetos encontrados, que su "mirada dotada de una visión trascendental a través del uso característico del blanco y negro".
Su concepción de la fotografía es la siguiente: "un ritual. Salir con la cámara, observar, fotografiar los aspectos más mitológicos de las personas, luego ir a la oscuridad, desarrollarse, seleccionar las imágenes más simbólicas".
Graciela Iturbide ha protagonizado exposiciones individuales en algunos de los centros e instituciones artísticas más importantes del mundo, como el Centro Pompidou de París, el San Francisco Museum of Modern Art, el Philadelphia Museum of Art, el Getty Museum, el Fotomuseum Winterthur y la Barbican Art Gallery, entre otros.
Su obra ha quedado reflejada en varios volúmenes editoriales y ha recibido numerosos galardones a lo largo de su carrera.
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