MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
El PSOE, en consonancia con la mayoría del Congreso de los Diputados, expresó su respaldo este martes a la toma en consideración de una proposición de ley de Sumar y el grupo Mixto para la reforma la Ley 53/2007, de 28 de diciembre, sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso, introduciendo la figura del embargo y su régimen jurídico, con el objetivo de aplicarla a Israel. La iniciativa fue tomada en consideración con 176 votos a favor, 171 en contra y sin abstenciones, con lo que inicia su tramitación parlamentaria.
En la defensa de la iniciativa, Gerardo Pisarello, de Sumar, aseveró que, según datos del propio Estado de Israel, "hoy se sigue facilitando desde España la exportación e importación de armas que apuntalan las masacres contra Palestina".
De igual forma, sostuvo que "puertos como el de Algeciras siguen utilizándose para pasar armas, munición, componentes hacia territorio israelí", y España, agregó, sigue manteniendo vínculos "con empresas israelíes como Rafael y otras que se jactan de haber probado en Palestina el material de combate que luego venden".
Frente a lo que consideró "una realidad incontrastable", calificó de "un insulto" que los ministros de Asuntos Exteriores, de Interior o de Defensa "pretendan minimizar estas denuncias o degradarlas a imprecisiones".
Por Podemos, Martina Velarde aseveró que Israel "ha transformado la Franja de Gaza en un campo de exterminio de dimensiones desconocidas", y señaló que las medidas de los gobiernos europeos "están siendo completamente insuficientes, y además están siendo cómplices".
"CARNICERÍA HUMANA"
Velarde criticó que el Gobierno de España "quiere venderse como uno de los gobiernos más solidarios con Palestina y en contra del genocidio", pero aseguró que sigue "negociando con los genocidas, y no solo con armas, sino con negocios que hoy garantizan beneficios millonarios a empresas directamente involucradas en la carnicería humana que se está viviendo en Gaza".
Por el BNG, Néstor Rego dijo que hay que reconocer que el Gobierno, junto a otros como el de Irlanda "mantuvieron una actitud de denuncia que no siempre fue coherente, pero reconoció el Estado Palestino y anunció la suspensión del comercio de armas con Israel".
El problema, alegó, es que "en la práctica siguió adelante a pesar de los desmentidos habituales también por parte del ministro de Asuntos Exteriores". "Nosotros lo que queremos es coherencia, está muy bien reconocer que el Estado de Israel es genocida, pero también hay que hacer con consecuencias prácticas", apostilló.
En turno de fijación de posiciones, el diputado del PNV Mikel Legarda mostró su apoyo a la toma en consideración, y valoró que la proposición de ley posibilitará la aplicación automática de un embargo a todas las transferencias o tránsitos de todo el material contemplado en la ley. "Cuando un Estado haya sido demandado ante un tribunal cuya jurisdicción haya sido reconocida por el Estado español" por la comisión "de un crimen de genocidio, de lesa humanidad, etcétera".
Por Bildu, Oskar Matute aseveró que "no hay duda de que lo que estamos viviendo en Palestina es un genocidio", que consideró que "cargará sobre las conciencias de muchos y de muchas". "Entre 55.000 y 62.000 personas asesinadas, de ellas, un 80% población civil, más de 120.000 heridos, y me estoy agarrando a las horquillas más bajas por aquello de que nadie diga que se inflan los datos", denunció.
Isidre Gavin i Valls, de Junts, avanzó el apoyo a la toma en consideración, aunque aseguró que presentarán posteriormente enmiendas al texto. No obstante, señaló que "no he visto tanto entusiasmo a la hora de pedir, por ejemplo, que se persiga o que se evite la actividad de Irán, de Siria o de Sudán entre otros países para dar apoyo armamentista y logístico a Hamás y a Hizbulá".
El diputado de ERC Jordi Salvador i Duch señaló que su grupo "no vamos contra el pueblo de Israel, contra la población civil", y enfatizó que "condenamos los atentados del 7 de octubre, la matanza de rehenes", por parte de Hamás. "Esta ley no se hace contra nadie, se hace a favor de la vida, del derecho y de la dignidad humana", recalcó.
RECHAZO DE VOX
Otro tono en el debate llegó con la intervención de Alberto Asarta de Vox, que anunció su voto en contra a la admisión a trámite de la iniciativa, y lo justificó en que la proposición "viene precedida de una exposición de motivos que esconde el sesgo sectario, totalitario y autoritario típico de regímenes gobernados por ideologías afines a las de los grupos proponentes".
Asarta aseguró que en la Franja de Gaza "Israel está defendiéndose de un enemigo que quiere la desaparición del Estado de Israel", que es Hamás. Se trata, señaló, de un grupo terrorista "que utiliza su población como escudos humanos, al contrario que Israel, que pone delante a sus soldados y todos los medios del Estado para proteger a su población".
La diputada socialista Caridad Rives fue la encargada de poner palabras al anuncio que había hecho el portavoz, Patxi López, horas antes, de que apoyarían la toma en consideración.
Rives aseveró que, en este nuevo escenario, desde el grupo parlamentario socialista, "consideramos necesario y oportuno abrir un debate serio y riguroso sobre el nuevo papel que debe tener el control del comercio exterior de material de defensa y doble uso".
El Partido Socialista, aseguró, "seguirá comprometido con el desarrollo internacional humanitario, con la Organización de las Naciones Unidas y con la Corte Internacional de Justicia, porque los socialistas hemos sido, somos y seremos garantes de la paz y de los derechos humanos".
Finalmente, por el PP, Pablo Hispán desveló que su grupo se alinearía con Vox en el rechazo a la proposición, y esgrimió que a "cualquier persona con un mínimo de humanidad le horroriza la situación en la Franja", pero achacó a los impulsores de la iniciativa de tener "el monopolio de la indiferencia ante las decenas de israelíes que permanecen secuestrados por el chantaje inhumano de los terroristas de Hamás".
"Dejen de utilizar el sufrimiento en Oriente Medio con fines políticos", afirmó, y apostilló: "Somos el pueblo de las tres culturas: señores de la izquierda, antisemitismo, no".
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