MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
Los 133 cardenales de la Iglesia católica reunidos en la Capilla Sixtina del Vaticano nombraron este jueves al estadounidense Robert Francis Prevost como nuevo Papa para un mandato que arranca en el ámbito internacional con el protagonismo político y mediático de Donald Trump y sus controvertidas decisiones dentro y fuera del país.
Prevost nació en Chicago el 14 de septiembre de 1955, por lo que tiene 69 años. Es el primer pontífice procedente de este país y el segundo consecutivo del continente americano, tras los doce años de mandato del argentino Jorge Mario Bergoglio, que en 2013 asumió el cargo bajo el nombre de Francisco y que falleció en Roma el pasado 21 de abril.
Una de las primeras felicitaciones recibidas por el nuevo Papa León XIV llegó precisamente desde Estados Unidos. El presidente de la Casa Blanca, Donald Trump, publicó rápidamente en sus redes sociales un mensaje de "enhorabuena" al cardenal Robert Francis Prevost por su elección.
"Es un gran honor saber que es el primer Papa estadounidense. Qué emoción y qué gran honor para nuestro país. Estoy deseando reunirme con el papa León XIV. ¡Será un momento muy significativo!", indicó.
Sin embargo, las posiciones y los orígenes de Trump y de Prevost son bastante diferentes, aunque ambos nacieron en el norte de Estados Unidos. Trump creció en la gran ciudad de los negocios de Nueva York, donde desarrolló su gran fortuna, mientras que el nuevo pontífice vio la luz en la industrial Chicago.
Prevost ha conocido algunas de las zonas más pobres del continente americano, especialmente durante sus muchos años como misionero y sacerdote en Perú, uno de los países con menor renta de la región. Tras ordenarse sacerdote en 1982, fue enviado a trabajar en la misión de Chulucanas.
En 1988 llegó a la misión de Trujillo como director del proyecto de formación común para los aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí pasó por multitud de cargos hasta que el papa Francisco le encargó la gestión de la Diócesis de Chiclayo como administrador apostólico, antes de ser nombrado obispo titular de la Diócesis de Sufar.
Según informa la prensa local, tiene la nacionalidad peruana desde 2015, además de la estadounidense. Su corazón pertenece en gran medida a este país sudamericano, como pone de manifiesto el hecho de que en su primer discurso en Roma como Santo Padre habló en español para acordarse de su "querida diócesis" de Chiclayo y agradecer que allí siempre se sintió "acompañado" por su pueblo.
Desde allí saltó al Vaticano al ser nombrado en 2023 por Francisco Prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. En septiembre de ese mismo año fue nombrado cardenal y ahora ha sido elegido el 267º Papa de la Iglesia católica en un cónclave que ha durado apenas 25 horas.
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