La Justicia francesa ha desestimado el caso por conspiración para cometer genocidio contra Agathe Habyarimana, la viuda del expresidente ruandés Juvenal Habyarimana, cuyo asesinato en 1994 provocó las matanzas en Ruanda contra los tutsis, al considerar que no hay pruebas suficientes en su contra. El cofundador del Colectivo de Partes Civiles para Ruanda (CPCR), Alain Gauthier, ha catalogado este viernes en declaraciones a la emisora France Info de "repugnante" que se haya desestimado el caso por complicidad de genocidio y crímenes de lesa humanidad contra Habyarimana, que vive en Francia desde 1998 sin permiso de residencia. La Fiscalía Nacional Antiterrorista ya ha anunciado que apelará la decisión. Agathe ha defendido en numerosas ocasiones que tanto ella como sus parientes fueron las cabezas de turco en el asesinato de unos 800.000 tutsis y hutus moderados en cien días de masacres. La investigación contra la ex primera dama ruandesa --quien solicitó asilo político en Francia en 2004, si bien París le denegó el estatus, aunque se negó a extraditarla a Ruanda-- se abrió en 2008 tras una denuncia presentada por CPCR. El derribo con un misil en 1994 del avión en el que viajaba el presidente de Ruanda, Juvenal Habyarimana, junto al presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira, ha sido considerado el detonante del genocidio en el país africano. Las raíces del conflicto entre hutus y tutsis se remontan varias generaciones, si bien la muerte de Habyarimana desencadenó rápidamente unas matanzas encabezadas por la milicia hutu Interahamwee, que lanzó una campaña de ejecuciones que se prolongó durante cien días, en muchas ocasiones despedazando a sus víctimas en sus casas, en iglesias, estadios de fútbol o en barricadas. A día de hoy todavía se están descubriendo fosas comunes, especialmente desde que los condenados que han cumplido sus penas han aportado información sobre el lugar en el que enterraron o abandonaron a sus víctimas.
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