
Un programa de conservación promovido por Endesa, la Junta de Andalucía y la Fundación Migres ha permitido la recuperación del águila pescadora (Pandion haliaetus), una especie fundamental para el ecosistema que en los años 80 se dio por extinguida y que ahora ha logrado aumentar su población en la provincia de Cádiz.
Durante la primavera de este año, diez parejas de águila pescadora han elegido los embalses de la provincia gaditana para reproducirse, logrando criar 13 pollos de esta especie, un número por encima de la media que se ha logrado gracias a las abundantes lluvias que consiguieron casi llenar los embalses dónde cría, ha explicado Endesa en una nota.
"Han transcurrido ya 20 años desde que se estableció la primera pareja después de su reintroducción, tras largos años de ausencia en Andalucía debido a su extinción", ha explicado Carlos Torralvo, responsable de Migres de este proyecto, quien ha recordado los inicios del programa en 2012, cuando se trajeron pollos de águilas pescadoras procedentes de Escocia, Finlandia y Alemania.
El trabajo realizado desde entonces ha permitido asentarse a la población de águila pescadora, una especie que selecciona las zonas húmedas para reproducirse, por lo tanto, "depende de la buena salud de estos ecosistemas", ha matizado Torralvo.
Sobre las crías nacidas en el embalse de Barbate, se ha explicado que una vez identificadas, la Fundación Migres ha logrado anillar 11 de los pollos nacidos, de los cuales dos de ellos eran de difícil acceso.
Para el responsable del proyecto de conservación de esta especie, esta labor es "fundamental", ya que el anillamiento permite saber por dónde migran y hacia dónde migran, su supervivencia, causas de mortalidad de la población reproductora andaluza, donde termina reproduciéndose y con quien. "Todo ello nos permite conocer mejor a la población y que ello repercuta en su conservación", ha continuado.
De esta manera, el momento del anillamiento es importante porque permite además realizar un reconocimiento veterinario de los pollos y conocer mejor su estado de salud por si fuera necesario tomar acciones para su conservación.
La Fundación Migres, en colaboración con la Junta de Andalucía, y con la participación de Endesa llevan años trabajando en la conservación de la especie con el objetivo de conseguir un tamaño de población que permita su estabilidad a largo plazo sin intervención humana.
Además del anillamiento, dentro de las acciones que se han llevado a cabo a lo largo de los años, Endesa ha destacado la educación y concienciación ambiental entorno a los lugares dónde cría, con el fin de informar sobre la necesidad de su conservación, estudios científicos para saber el estado de salud de la población y tomar medidas en consecuencia si fuese necesario, y la instalación de nidos para su asentamiento con cámaras de fototrampeo con las que obtener una información precisa de diversos aspectos de la biología reproductiva de la especie, alimentación, comportamiento, molestias, o amenazas entre otras.
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