 Se elevan los muros de escollera hasta la máxima cota posible para "resistir crecidas similares" a la del 29 de octubre
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha dado por finalizados los trabajos realizados en el tramo bajo del río Júcar para reparar los daños ocasionados por la dana del pasado 29 de octubre. Paralelamente continúan las obras de emergencia en el Tancat de la Pipa y en los barrancos del Poyo y l'Horteta.
Las intervenciones finalizadas se han ejecutado en los términos municipales de Albalat de la Ribera, Polinyà del Xúquer, Riola, Fortaleny, Sueca y Cullera, que fueron las localidades más afectadas por la extraordinaria crecida de un río Júcar que tuvo que asimilar los ingentes caudales que llegaban desde el río Magro, informa el organismo estatal.
Estas actuaciones, incluidas en la obra de emergencia para la reparación de daños en cauces (fase 1), se han centrado en la reconstrucción de las motas de protección, la reposición de los caminos de servicio, la retirada de elementos obstructivos y la restauración y refuerzo de las márgenes del cauce.
Se han realizado alrededor de una treintena de actuaciones que principalmente se han centrado en la protección de los núcleos urbanos. Todos estos trabajos tenían el objetivo de restaurar y recuperar la plena funcionalidad de los cauces, así como restituir el terreno perdido por los municipios en favor del río.
Para lograrlo, la CHJ apostó por estabilizar las márgenes a través de muros de escollera. "Se ha optado por esta solución porque la experiencia nos dice que es la que mejor funciona ante este tipo de episodios", explican desde la dirección técnica del organismo.
Los muros de escollera están formados por rocas muy pesadas, entre 1,5 y 2 toneladas, que consiguen mejorar y aumentar la estabilidad de unas márgenes que anteriormente no disponían de una defensa tan resistente. Este sistema es el que se ha utilizado en Albalat de la Ribera, donde se ha intervenido a la entrada y salida del municipio.
"Esta y otras actuaciones se han realizado pensando en el futuro. La escollera debe resistir crecidas similares a la que sufrimos en octubre y por eso hemos elevado su altura hasta la máxima cota posible", señalan desde la Confederación.
Otra de las actuaciones más importantes desarrolladas en el tramo bajo del Júcar se ha llevado a cabo entre los términos municipales de Polinyà del Xúquer y Riola, donde el río se desbordó y acabó arrasando una mota de protección contra inundaciones.
"La rotura de la mota acabó con su funcionalidad y eso provocó que las aguas llegaran sin control hasta Riola. Por eso, los trabajos se han centrado en su reconstrucción, que se ha llevado a cabo con materiales sueltos y una base compactada de roca y piedra", indican desde la dirección técnica.
TRABAJOS EN EL TANCAT Y EN LOS BARRANCOS
Además de las actuaciones para recuperar y reconstruir las motas del bajo Júcar, la obra de emergencia para la reparación de daños en cauces (fase 1), que cuenta con un presupuesto de diez millones de euros, incluye actuaciones en el Tancat de la Pipa y en los barrancos del Poyo y l'Horteta, todavía no finalizadas por completo.
Los trabajos iniciados en el Tancat de la Pipa tienen el propósito de devolver el estado previo a la dana de este espacio natural, que quedó totalmente aterrado tras recibir enormes aportaciones de sedimentos durante el episodio.
Estas intervenciones se centran en la limpieza y restauración de los filtros naturales, reposición de las sendas peatonales, pasarelas y puentes de madera, y en la restitución de los caminos perimetrales del Tancat.
Por otro lado, la Confederación realiza actuaciones en los barrancos del Poyo y l'Horteta. En el primer caso se centran en la reparación y refuerzo de los taludes afectados en un pequeño tramo comprendido entre los términos municipales de Picanya y Paiporta. En el segundo, la intervención permite mejorar la estabilidad de las márgenes del barranco de l'Horteta situados aguas abajo del Pont Nou, donde se ha optado por levantar un muro de escollera para mejorar la protección de la zona.
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