
La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) ha advertido de que la aporofobia es "una discriminación ampliamente desconocida por el conjunto de la ciudadanía, lo que dificulta su erradicación".
Así lo ha manifestado el organismo en un comunicado con motivo del Día Europeo de las Víctimas de los Crímenes de Odio, que se celebra este martes 22 de julio, una jornada que inició en 2014 el Consejo de Europa, a instancias del Movimiento contra la Intolerancia, y en recuerdo de la masacre en Oslo y Utoya ocurrida en Noruega en 2011 .
Esta fecha reivindicativa llega unos días después de conocerse los resultados del Informe sobre la Evolución de los Delitos de Odio en España 2024 --presentados por el Ministerio del Interior el pasado 18 de julio--, que reflejan que, pese a que los delitos de odio descendieron un 13,8% en 2024, los debidos a aporofobia aumentaron en un 33,33%.
Según dicho Informe, del total de 1.955 infracciones penales e incidentes de odio registrados, los motivados por racismo y xenofobia, con 804 hechos, son los más numerosos, aunque han descendido un 6% respecto al año anterior. Le siguen los delitos de odio cometidos en los ámbitos de la orientación sexual e identidad de género (528 hechos), mientras que en tercer lugar se sitúan los delitos de discriminación por razón de sexo/género (181 hechos).
La segunda década de este siglo comenzó atravesada por la pandemia de COVID-19, una crisis cuyos efectos socioeconómicos se sumaron a las consecuencias aún no superadas de la Gran Recesión, y que se han visto agravados en Europa por la guerra en Ucrania, la crisis energética y la actual situación de incertidumbre geopolítica, tras la llegada de Donald Trump al Gobierno de EEUU.
"De forma paralela, nuestras sociedades han presenciado un auge de discursos y actos discriminatorios alimentados por prejuicios, mitos y estereotipos ampliamente normalizados, que se fundamentan, en muchas ocasiones, en procesos de desinformación y en las denominadas 'fake news'", ha apuntado EAPN-ES.
La entidad alerta de que esta ola de odio "se está dando en todo el mundo, haciendo uso de las redes sociales y otras vías de comunicación, que se han convertido en un caldo de cultivo muy preocupante para el fanatismo y la discriminación". "Esta intolerancia tiene nombres: racismo, xenófobia, antigitanismo, islamofobia, etc., y la sufren en mayor medida las personas en situación más vulnerable, al cruzarse, a su vez, con la aporofobia", puntualiza.
En este sentido, para EAPN-ES resulta especialmente preocupante el aumento de los delitos por aporofobia, es decir, el odio, el rechazo o el miedo a las personas en situación de pobreza. Se trata de un término acuñado en los años 90 por la filósofa Adela Cortina, con el propósito de diferenciar este tipo de discriminación y ayudar a su erradicación.
España es un país pionero en la lucha contra la aporofobia, ya que su Código Penal la incluye como causa específica de discriminación y obliga a investigar ya cooperar entre instituciones en el caso de haber indicios de aporofobia.
Sin embargo, desde EAPN-ES recuerdan que se trata de una problemática "muy desconocida" para el conjunto de la población --que se entrecruza con otros ejes de discriminación como la orientación sexual, la etnia, el estatus migratorio, o una discapacidad--, y denuncian "la falta de consenso a nivel europeo a la hora de prevenir, perseguir y reparar esta vulneración de derechos".
A esto se suma, como señalan desde la entidad, una respuesta institucional y social ante la pobreza que se centra en "criminalizar a quienes la sufren", lo que desplaza el foco de la raíz del problema: "un sistema económico, social y cultural injusto y desigual que vulnera derechos y condena a millones de personas a la exclusión y la pobreza".
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