
La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio está estudiando, en previsión de futuras crisis ambientales en l'Albufera, mejorar las redes de alcantarillado, la implantación de redes separativas de las aguas, la monitorización de la calidad de las aguas del lago para su seguimiento en continuo y la recuperación de los hábitats de vegetación de las motas.
Así consta en el informe sobre la gestión y estado actual del lago de l'Albufera tras las inundaciones del 29 de octubre, del que ha tomado razón este martes el pleno del Consell.
La Generalitat ha explicado que durante la riada l'Albufera recibió más de 120 hm3 de agua en apenas unas horas, incrementando casi un metro el nivel medio de la lámina de agua, de manera que el parque natural alcanzó un grado de inundación natural sin precedentes.
Las aguas procedentes de las escorrentías de barrancos, canales, calles y polígonos industriales anegaron el espacio natural con todo tipo de residuos sólidos, grandes cantidades de residuos vegetales y barro que quedaron depositados en el humedal. El agua en su discurrir por entornos urbanos próximos al parque y grandes vías de comunicación, arrastró también elementos contaminantes procedentes de zonas industriales y comerciales próximas.
La gestión de los niveles de agua por medio de la Junta de Desagüe, realizada de forma progresiva y a través de bombeos, evitó que la contaminación se pudiera extender por el interior del lago y no se ha detectado con posterioridad mortandad de peces o aves ni en el lago ni en el marjal circundante.
I PACTO DEL AGUA
En este contexto, se suscribió el I Pacto del Agua de L'Albufera, un acuerdo histórico para garantizar el futuro del parque natural. El 9 de abril de 2025 se firmaron dos protocolos de actuación entre la Generalitat, el Ayuntamiento de València y las Comunidades de Regantes pertenecientes al sistema Turia, cuyo objeto es garantizar la llegada al lago de 24,3 hm3 anuales de agua durante los próximos tres años.
TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN
Mediante la contratación de emergencia del servicio de diagnóstico analítico de la repercusión de las riadas sobre el Parque Natural de L'Albufera de Valencia, con un coste estimado de 642.699,24 euros, desde la Conselleria y en colaboración con los equipos investigación de la Universitat de València (UV) y la Universitat Politècnica de Valéncia (UPV), se están realizando trabajos cuyas principales líneas de investigación actúan en cinco ámbitos entre los que se encuentran los suelos, aguas, acuicultura y biodiversidad, según recoge la Generalitat.
NUEVO PLAN DE ORDENACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES
En estos momentos, se está tramitando un nuevo PORN, que amplía el área de influencia del Parque Natural, incorporando el espacio marino frente al litoral del parque, lo que permitirá incrementar el espacio protegido y garantizar y compatibilizar los usos con la protección ambiental.
El nuevo documento justifica la inclusión del ámbito marino para proteger los ecosistemas que potencialmente pueden desarrollarse en esta zona, tiene en cuenta la influencia del puerto de València sobre el ecosistema litoral y pretende establecer un futuro corredor ecológico con el Parque Natural del Turia.
NUEVA REGULACIÓN DE LAS AGUAS
El 18 de julio de 2025 se publicó el Decreto Ley 10 /2025, de 8 de julio, de medidas urgentes en materias de puertos de la Generalitat y de minimización del impacto generado por la dana en el Parque Natural de L'Albufera. Esta norma introduce en su disposición final segunda un régimen transitorio que permite regular la comunicación del lago de L'Albufera con el mar, de forma más dinámica y adecuada a las necesidades y condiciones actuales de las aguas del lago.
El nivel del lago desde mediados de mayo hasta principios de julio de 2025 ha sufrido una bajada continuada, agravada por el aumento repentino de las temperaturas. Las condiciones del lago en este período han supuesto un aumento de la conductividad y un cambio en la coloración del agua que presenta mayor turbidez y coloración marrón.
De esta manera, al permitir la comunicación permanente del lago con el mar durante las 24 horas del día, se favorece el intercambio de agua, se reduce la concentración de contaminantes y nutrientes acumulados, se previenen episodios de mortandad de fauna acuática por falta de oxígeno y se restablece el equilibrio ecológico del ecosistema lagunar, especialmente en un momento crítico para la biodiversidad.
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