
La Policía Nacional ha detenido a 11 hombres como presuntos autores de hurtos en Playa de Palma en siete intervenciones diferentes en una semana del dispositivo Operación Verano. Todos ellos fueron sorprendidos 'in fraganti' robando.
Entre el 28 de junio y este miércoles los agentes detuvieron a 11 personas que robaron a varias personas aprovechando que estaban dormidas, bañándose en el mar o distraídas. Los presuntos autores robaron dinero, móviles, carteras y bolsos que en todas las ocasiones fueron devueltos a sus propietarios.
El primer hecho tuvo lugar de madrugada en la zona de Playa de Palma cuando varios agentes de paisano observaron a un varón tumbado sobre el muro que limita el paseo marítimo con la arena. Dos jóvenes se acercaron a él y uno de ellos le robó el móvil y abandonó el lugar, mientras que el otro volvió a registrar las pertenencias de la víctima, sustrayendo una cartera.
Los varones, al percatarse de la presencia policial, arrojaron los efectos sustraídos al suelo y fueron interceptados en ese mismo momento por los agentes, pudiendo recuperar los objetos sustraídos. La Policía detuvo a los dos hombres, de origen argelino, como presuntos autores de un delito de hurto.
Los detenidos también portaban entre sus pertenencias dos relojes inteligentes, así como una tarjeta IME del Ayuntamiento de Palma a nombre de otro varón, de los que se están realizando gestiones para averiguar su procedencia.
Por otro lado, el pasado viernes de madrugada, en la carretera del Arenal, agentes que iban de paisano vieron a tres hombres con un comportamiento sospechoso. Según han explicado, uno de ellos quedó esperando mientras los otros dos se acercaron a un hombre que estaba sentado en un muro.
Uno de los que se acercó a la víctima, comenzó a agarrarse del turista, distrayéndole, mientras el otro le desabrochó la riñonera. Los agentes interceptaron al autor que le arrebató los efectos a la víctima, mientras que otros agentes detuvieron a los otros dos autores mientras huían.
Los detenidos llevaban entre sus pertenencias varias tarjetas de transporte público a nombre de otras personas. Por ello, fueron detenidos como presuntos autores por un delito de hurto.
En la misma madrugada del pasado viernes, los agentes detuvieron a un varón de origen marroquí, como presunto autor de un delito de hurto. Los agentes observaron al detenido agazapado tras unas hamacas y, en un momento, agarró el bolso de unos bañistas.
Los agentes se dirigieron hacia él, identificándose como policías, y sorprendieron al varón que estaba rebuscando en el interior del bolso. El detenido llevaba en los bolsillos el móvil de una de las víctimas, así como dinero en efectivo. Así, fue detenido por presunto hurto.
Las otras dos actuaciones se produjeron el sábado de madrugada. En una intervención se detuvo a dos jóvenes de origen argelino por el hurto de pertenencias a varios turistas en la arena de la playa.
En esta ocasión uno de ellos distraía a las víctimas mientras el otro sustraía los efectos, huyendo del lugar apresuradamente. Los agentes los interceptaron y recuperaron los efectos robados.
El último detenido es un joven que se encontraba agazapado tras unas hamacas acercándose a un bañista que estaba durmiendo. El presunto autor le robó el teléfono móvil y lo ocultó en unos arbustos. La Policía detuvo al joven, de origen búlgaro, como presunto autor del hurto.
En otra de las intervenciones agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado lunes en Playa de Palma a un varón de origen cubano como presunto autor de un delito de hurto. El varón gateó por la arena, simulando un estado de embriaguez, hasta llegar a las víctimas, que estaban durmiendo en la arena, y comenzó a palpar sus pertenencias, hasta que abrió una riñonera, cogió un móvil de alta gama y una carta de identidad y abandonó el lugar.
Por último, esta madrugada los agentes vieron a un varón conocido por haber cometido con anterioridad hechos delictivos en la zona, por lo que procedieron a realizar seguimiento discreto a esta persona.
El hombre se introdujo en la arena, merodeando entre las pertenencias de los bañistas, y se sentó en una hamaca para vigilar. Finalemente, se acercó a unas pertenencias, arrastrando un bolso con el pie, de forma sigilosa, momento en el que los agentes lo interceptaron.
Los objetos sustraídos eran un bolso, un teléfono de alta gama, una cámara de fotos y dinero en efectivo, que ascendía todo a cerca de 3.500 euros.
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