
MADRID, 3 (Portaltic/EP)
La aerotermia se consolida como una de las principales fuentes de energía para lograr la descarbonización del parque residencial español, al permitir reducir en hasta un 75 por ciento las emisiones de CO2 y en un 60 por ciento del consumo energético en una vivienda tipo con un sistema centralizado y sin autoconsumo solar.
En el contexto de transición energética y lucha contra el cambio climático, esta energía renovable permite sustituir sistemas de calefacción convencionales (como gasóleo o gas natural) por equipos de bomba de calor "mucho más eficientes, reduciendo el consumo energético y las emisiones desde el primer día", tal y como detallan expertos de Daikin.
Además, los sistemas actuales permiten gestionar de forma integral la climatización del hogar (calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria), adaptándose tanto a obra nueva como a rehabilitación, y logrando un ahorro medio del 35 por ciento en la factura energética, que puede alcanzar hasta un 50 por ciento si se combina con energía solar.
LOS COSTES SE HAN REDUCIDO
Los costes de implantación de la aerotermia se han reducido de forma significativa en los últimos años, y las nuevas soluciones permiten su instalación incluso en edificios existentes. "En muchos casos, la inversión se amortiza en menos de cinco años y genera ahorros netos desde el primer ejercicio completo", según añade la nota compartida por el fabricante.
En este contexto, los expertos consideran importante distinguir entre aerotermia y bomba de calor. La aerotermia es la energía renovable contenida en el aire, mientras que la bomba de calor es el equipo que permite captarla y transformarla en energía útil para producir calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria en el hogar. Este matiz es clave para comprender el valor estratégico de la aerotermia en el proceso de descarbonización del sector residencial.
Para acelerar la implantación de fuentes de energía como la aerotermia, existen mecanismos como los Certificados de Ahorro Energético (CAEs), que permiten obtener una compensación económica por cada MWh de energía final ahorrado. Estos certificados, que se generan tras validar técnicamente la actuación, ofrecen una retribución media de entre 115 y 140 euros por MWh, que se puede percibir en un plazo de unos tres meses desde la ejecución de la instalación.
UN POTENCIAL "ENORME" DE CRECIMIENTO
Aunque hoy el sector residencial representa solo un 2,2 por ciento de los CAEs emitidos, su potencial es "enorme", según Daikin, ya que más del 80 por ciento del parque de viviendas en España es anterior al año 2000 y, por tanto, tiene un margen de mejora energética considerable. "La combinación de energía renovable, rentabilidad y estímulo económico convierte a la aerotermia en una palanca clave para lograr hogares más eficientes, sostenibles y preparados para el futuro", añade la compañía.
Además de los CAEs, existen subvenciones estatales y autonómicas en el marco de los programas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (fondos Next Generation EU). Ambos sistemas son complementarios, y en muchos casos es posible acceder a ambos simultáneamente, lo que aumenta el atractivo de las inversiones en eficiencia energética.
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