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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha animado este jueves a la Unión Europea a estrechar las relaciones comerciales con sus socios más cercanos para compensar los efectos nocivos derivados de la fragmentación mundial y la guerra arancelaria lanzada por el líder de Estados Unidos, Donald Trump. "Profundizando los lazos económicos y vinculándonos más estrechamente con las economías vecinas podemos reducir nuestra exposición a los 'shocks' externos. El auge del comercio en nuestra región puede ayudar a compensar pérdidas en los mercados mundiales", ha asegurado en un acto desde Kiev (Ucrania). "La integración regional refuerza la resiliencia", ha resumido. En este sentido, la exministra de Economía francesa ha recordado que el 65% de las exportaciones europeas se realizan ya entre los países del continente, lo que incluye a Reino Unido, Suiza y Noruega. Lagarde ha recordado que la propia inestabilidad geopolítica está reconfigurando las cadenas de suministro para hacerlas depender de "socios fiables". Así, cerca de la mitad de las empresas involucradas en el comercio internacional están relocalizando sus operaciones cerca de sus lugares de origen ('nearshoring'), pese al mayor coste para "reducir dependencias estratégicas". La 'guardiana del euro' ha aprovechado su intervención para apoyar a Ucrania en su guerra con Rusia y ha sostenido que la nación eslava tiene la posibilidad de insertarse en el proceso de integración europeo y alcanzar una "prosperidad duradera".
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